lunes, 2 de enero de 2023

EL VEHÍCULO ELÉCTRICO Y LA INDUSTRIA 4.0: BATERÍAS MODULARES E INTERCAMBIABLES

 Los dos hándicaps de los coches eléctricos en la actualidad son la autonomía y la velocidad de recarga.

Diseñar una batería de alta capacidad que se pueda recargar de forma ultrarrápida no es lo que necesitan los usuarios para todos sus desplazamientos en sus vehículos eléctricos, ya que en los viajes largos si permitiría realizar más kilómetros pero a la hora de emplearlo en trayectos cortos, los tiempos de espera en la recarga serían mayores a pesar de los cargadores rápidos, que además degradarían su capacidad. Por estas razones, si basamos el avance tecnológico en baterías de mayor capacidad y ultrarrápidas estaríamos empleándolo el valioso recurso del tiempo en desarrollar en unas baterías pesadas, más caras, con mayor tiempo de espera en recarga y con las que solo tendríamos beneficios en viajes largos.

El avance tecnológico de las baterías está cambiando su enfoque a las baterías modulares e intercambiables para soluciones los dos problemas principales mencionados (autonomía y velocidad de recarga).

Según la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) 3,79 litros de gasolina (1 galón) contiene 33,7kWh de energía. Las baterías de 85kWh del Tesla Model S pesan 545 kilogramos, almacenando una energía total que contienen 9,6 litros de gasolina (2,5 galones). Comparando estas dos formas de almacenamiento de energía y dado que un litro de gasolina pesa 0,77 kilogramos, en 7,4 kilogramos se almacena la misma energía que en una batería de 85 kWh y 545kg de peso, es decir, en 1,4% de ese peso.

Con esta comparación se observa que los vehículos eléctricos son mucho más pesados que los de combustión por la baja densidad de energía que tienen las baterías en comparación a la de un tanque de gasolina. Este problema se intenta contrarrestar con la eficiencia (aerodinámica y ligereza de los elementos constructivos del coche).

LA SOLUCION A LOS PROBLEMAS

Como hemos dicho anteriormente la carga rápida provoca una degradación prematura de la batería y de su vida útil. Tras pruebas realizadas por la empresa QuantumScape sometiendo a una batería a tasas de carga se demostró que su capacidad energética se vio reducida por debajo del 80% con 12 docenas de ciclos. Ademas de este problema, tienen el riesgo de provocar una explosión de la batería.

Una primera solución rápida y que no requiere ningún avance tecnológico es la de fabricar coches con pequeños paquetes de baterías para usuarios que no requieran gran autonomía, reduciendo el coste de estos vehículos eléctricos y solucionando su problema de peso.

Si acudimos a los futuros avances tecnológicos de las baterías de electrolito sólido, se podrían obtener mayores densidades de energía y mayores velocidades de carga (del 10 al 80% de su capacidad en 15 minutos) que en las baterías más convencionales sin riesgo de explosión o degradación, pero no se disponen en la actualidad. Otra tecnología futura que podría acelerar la carga del 10 al 90% de la capacidad de sus baterías en 12 minutos son las baterías de metal de litio.

Todas estas futuras tecnologías que aún no están disponibles serían barridas por las baterías modulares, las cuales no requieren tanto avance tecnológico, permitiendo sustituir baterías por otras cargadas al 100% en menos de la mitad del tiempo de recarga de las anteriores tecnologías nombradas.

BATERÍAS MODULARES E INTERCAMBIABLES

Ample es una startup que ha presentado una estación de intercambio de baterías automatizada para la sustitución de baterías modulares adaptables a los vehículos eléctricos. Para los vehículos eléctricos existentes la solución propone un cambio en la arquitectura de sus baterías por módulos del tamaño de caja de zapatos para poder utilizar las baterías modulares.

 

Así, el usuario que quiera realizar pocos kilómetros al día puede elegir que autonomía tener para su uso particular (cuantos módulos de batería tener). Se consigue así una reducción de peso considerable y un aumento de autonomía (aumentando los módulos). Por otro lado el usuario podrá cargar dichos módulos en su casa o intercambiarlos en un corto periodo de tiempo en una estación de intercambio de Ample de forma automatizada, reduciendo considerablemente el tiempo que tardaría en realizar una recarga convencional.

Ample estima que un automóvil compacto podría albergar unos 10 módulos de baterías, mientras que uno mediano podría llegar a los 16 o 20, pero no ha llegado a dar una estimación de cuantos kWh podría aportar cada módulo.

Esta propuesta podría integrarse fácilmente con las futuras mejoras químicas de las baterías pudiendo convivir diferentes tecnologías en paralelo.

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