jueves, 17 de diciembre de 2015

Así se convierte una fábrica de cosmética en una Industria 4.0



La industria no es un sector con mucho glamour, pero genera más de 2,3 millones de empleos y representa el 15,9% del PIB de la economía española. La robótica, los sistemas cibernéticos, la impresión 3D o la conectividad (conceptos clave de la Industria 4.0) están ayudando a recuperar su atractivo. Más allá del 'sex appeal', si el nuevo modelo de fabricación no logra aumentar la productividad de las empresas, caerá en saco roto. La 'startup' valenciana Mesbook ha ideado una solución que conecta el entorno industrial físico con el digital. Así, detecta cualquier ineficiencia en tiempo real y la cuantifica en euros. Su primer cliente, la empresa cosmética Sesderma, ha logrado aumentar su facturación un 25% desde su implantación.


Cofundadores de la 'startup' Mesbook.

 Fernando Molinuevo y Diego Sáez, se conocieron el primer día de facultad. Estudiaron juntos Ingeniería Industrial y el «destino» quiso que trabajasen durante años en la misma empresa que ofrecía soluciones para la industria. «Somos unos 'frikis' de las fábricas», reconoce Sáez. Siempre tuvieron la «inquietud» de emprender, pero al mismo tiempo eran «conscientes» de sus debilidades. Necesitaban ganar experiencia. Y eso hicieron. Aprendieron de primera mano los problemas diarios de las plantas hasta que decidieron desarrollar el producto que a ellos les hubiera gustado tener.
Las fábricas son entornos muy complejos. Manejan miles de referencias y gestionan personas y máquinas. Todos los actores de la fábrica están continuamente generando datos que, hasta ahora, se desperdiciaban. La herramienta de Mesbook, que ha sido seleccionada en la tercera edición de la aceleradora Lanzadera, es un sistema experto de aprendizaje automático (machine learning). «A través de reglas prefijadas, obtiene la información semánticamente relevante y presenta conclusiones que permiten tomar las decisiones correctas en el mínimo tiempo posible y de forma objetiva», describe el director técnico, Pablo Rodríguez. «En el mundo industrial a día de hoy prima la subjetividad, pero las mejoras que aportamos no son utópicas, sino muy reales», agrega.
El valor añadido de la tecnología de Mesbook es que consigue un «cambio del modelo productivo real», ya que puede «obtener ahorros que llegan a mejorar hasta el 40% el resultado bruto de las empresas». ¿Cómo? «Asegurando la productividad, minimizando los costes y maximizando el cumplimiento del sistema de calidad», explica el cofundador.

«En el mercado no había ningún producto estándar que las gestionase de manera eficiente y en tiempo real», dice Sáez. Actualmente, las plantas funcionan con «análisis retrospectivos que son semanales o incluso mensuales». El resultado es una productividad irregular, desviaciones en los costes y una calidad inestable. «Si hay un problema en la producción, puede poner en riesgo hasta la continuidad del negocio, principalmente en sectores como la alimentación», comenta.
La herramienta tecnológica de Mesbook permite la gestión en tiempo real de toda la fábrica para reaccionar inmediatamente ante cualquier problema. El primer paso es conectar las máquinas entre sí y al sistema de la compañía. Los sensores se enlazan con los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP's), que van recogiendo la información en la 'nube'. La plataforma española se encarga entonces del análisis de esos datos en tiempo real. Todos los indicadores aparecen directamente en el controlador online de la fábrica sin que ésta tenga que destinar recursos para ello. Pero no sólo para detectar ineficiencias, sino también para cuantificarlas.
Una de las ventajas competitivas de su tecnología es que es capaz de traducir en euros los problemas que surgen en la línea de producción.«No hablamos en porcentajes, unidades o kilos, sino en euros», destaca el cofundador. Así, el cliente sabe qué pasa en su fábrica, dónde está la ineficiencia y cuánto le cuesta. ¿Por ejemplo? El sistema conoce el coste de las materias primas desaprovechadas, de los productos con fallos de calidad o del mal funcionamiento de las máquinas. También cuantifica la mano de obra. «Puede calcular cuánto vale tener a más personas en una línea de producción de las que debería», señala.

La plataforma es apta para todos los sectores, de hecho, los cuatro primeros clientes de Mesbook representan industrias muy distintas: la cerámica, la cosmética, la alimentación y el metálico. La primera empresa que confió en su tecnología fue la vecina Sesderma hace ya año y medio. El resultado no ha podido ser mejor. En este tiempo, la compañía cosmética valenciana «ha aumentado su facturación un 25% con cero inversión y con menos costes».


Industria de los cosméticos.

A continuación, se muestra un vídeo con una entrevista realizada a los cofundadores de Mesbook.




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