viernes, 13 de enero de 2017

AHORA LOS ROBOTS TAMBIÉN SUDAN

El progreso es una lucha entre lo que funciona mejor y lo que es factible fabricar a bajo costo y a gran escala. Por eso han construido un robot humanoide que suda.

Uno de los grandes retos de la robótica es el calor, que comienza a afectar al rendimiento si no se disipa adecuadamente.

Hay una gran variedad de sistemas de refrigeración activos que pueden resolver ese problema por bombeo de líquido frío a través de venas y arterias artificiales, pero tienden a ser caros (por no mencionar pesados).

Buscando una solución más barata, pero no menos elegante, investigadores del Laboratorio JSK de la Universidad de Tokio utilizan el concepto de refrigeración sudando para su robot Kengoro.

La transpiración (es decir agua des-ionizada) gotea sobre los 108 motores de Kengoro, enfríandolos por evaporación.





Si bien no es tan eficaz como los sistemas de refrigeración activos, la sudoración le permite al robot hacer flexiones de brazos durante 11 minutos sin sobrecalentarse.

Puede funcionar durante medio día con una sola taza de agua.

Kengoro, por supuesto, no tiene ninguna piel.

Su esqueleto se crea mediante sinterización por láser, un proceso similar a la impresión en 3D que permite a metales de diferentes densidades unirse en formas complejas.

Los canales de menor densidad de aluminio corren a través del marco de Kengoro que actúa como una esponja, reteniendo agua y asegurándose de que el “sudor” cae sobre los motores en lugar de en el suelo.

Los fabricantes de desodorantes y botellas de agua estarán felices pues tal vez su mercado crezca en el futuro a especies no humanas.

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