sábado, 27 de abril de 2013

La fabricación se reinventa en la era del Internet de las cosas



La fabricación se reinventa en la era del Internet de las cosas

 

 

Poder fabricar un sofá que sea capaz de mandar automáticamente un mensaje a Twitter cuando nos sentemos en él, crear los juguetes de nuestros niños o cualquier tipo de objeto como una cucharilla de café. Hasta ahora estas tres cosas, por poner un ejemplo, serían algo impensable de realizar desde nuestra propia pequeña empresa o incluso desde nuestro hogar. No obstante, la tecnología avanza tan rápido que ya es una realidad para algunas startups y, quizás dentro de tres o cuatro años, no mucho más, llegue también a nuestras casas.
           
Hablamos en definitiva de la posibilidad de fabricar objetos nosotros mismos y de dotarles de inteligencia y conexión como parte de la ola llamada el Internet de las cosas, una tendencia que ha llegado para quedarse. Al menos en ello confían desde el Laboratorio de Internet de las cosas que tiene Telefónica I+D en Madrid, que ha abierto por unas horas sus puertas a algunos periodistas para explicarles sus avances en este ámbito y los principales proyectos en los que están trabajando.

Nuevas formas de construir objetos


          Como explica Salvador Pérez, gerente de Divulgación Tecnológica de Telefónica I+D, ”hemos identificado una nueva tendencia: la reinvención de la fabricación“. Esta tendencia que tiene dos connotaciones, según el experto. Por un lado, la digitalización de la producción, es decir, la evolución que se está dando hacia una nueva forma de fabricar que conlleva la intensificación del uso de la robótica y los procesos digitales, “algo que agiliza enormemente la producción y que está haciendo que países que antes fabricaban y que luego externalizaron el proceso, como los Estados Unidos, vuelvan a abordar esta actividad”. Y, por otro lado, la popularización de tecnologías que antes existían pero que ahora, gracias a su evolución, pueden usar más gente. “Antes, por ejemplo, era impensable que nadie pudiera fabricar algo en su casa, ya que era imposible tener una fresadora –explica Pérez–, pero en la actualidad hay máquinas relativamente baratas que permiten fabricar desde el hogar, como las impresoras 3D“.

            
¿Qué permitirá esta revolución? A las startups les brindará la posibilidad de hacer un prototipado rápido de productos, “de hecho ya estamos trabajando con varias startups de Wayra en este aspecto”, indica Pérez. Gracias a ello este tipo de empresas podrán hacer hardware, algo antes complejo por su elevado coste. En cuanto al usuario final, éste podrá fabricar sus propios productos de forma más generalizada en un plazo de tres o cuatro años, “en función del precio y la facilidad de uso de las máquinas, ya que no es lo mismo usar un programa ofimático que uno de diseño”, afirma el directivo.

           
Lo que parece claro es el llamado hardware abierto (open hardware) impulsado también por la aceptación que está teniendo Arduino, una plataforma para hacer prototipos electrónicos de código abierto (le llaman el Linux del open hardware), irá creciendo exponencialmente, como ya lo muestra la profusión que están teniendo las ferias de fabricación.

El nuevo garaje de Telefónica I+D


En cuanto al Laboratorio de Internet de las Cosas de Telefónica I+D, llamado por sus responsables “el nuevo garaje”, éste, ideado hace tres o cuatro años, nació finalmente hace dos para poner en marcha el nuevo modelo de innovación que defiende la compañía, basado en tres etapas, según explica Xavier Capellades, responsable de Innovación y Emprendimiento en Telefónica Digital: “La primera es captar las tendencias del mercado, la segunda seleccionar aquellas en las que queremos ser protagonistas y la última es convertirlas en tendencias reales para clientes también reales”.

           
De este esfuerzo han surgido soluciones como Thinking things, una plataforma que permite monitorizar el Internet de las cosas de forma sencilla y que se presentó en el Mobile World Congress. Pero no solo: impresoras 3D que permiten crear objetos como cucharillas de café o logotipos, alfombras conectadas de modo que, aunque estén en diferentes casas, cuando un usuario pise una en una casa se ilumine la otra ubicada en otro hogar, sillones que mandan tuits de forma automática cuando nos sentamos en ellos… Todos estos son prototipos que pueden verse en este ‘garaje’ y que nos abren una ventana a cómo será nuestra vida dentro de no tanto tiempo… Y no, ya no es cosa de películas de ciencia ficción.




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