sábado, 23 de noviembre de 2013

Colaboración distribuida


Ariel Amato, 34

Ha diseñado un sistema de colaboración abierta distribuida multiplataforma y multitarea

Pese a los grandes avances que se han llevado a cabo en inteligencia artificial, reconocimiento de patrones y procesamiento del lenguaje, hay todavía muchas tareas en las que los ordenadores no son capaces de reemplazar eficazmente a los humanos. Administrar los comentarios de un blog, discernir si un tuit sobre una película expresa una impresión positiva o negativa, y opinar sobre lo adictivo que es un videojuego son acciones que todavía requieren un cerebro humano al otro lado de la pantalla.

Servicios como Amazon Mechanical Turk (MTurk) llevan años probando metodologías de crowdsourcing mediante las que ofrecen pequeñas recompensas económicas a cualquier internauta que quiera invertir su tiempo en tareas sencillas y repetitivas. De esta forma, una legión descentralizada de colaboradores etiqueta fotos, escribe reseñas y clasifica comentarios. A final de mes, estos operarios verán aumentar en unos pocos dólares su cuenta bancaria (o su saldo para comprar libros en Amazon).

No obstante, para el joven Ariel Amato, los resultados que han arrojado hasta ahora herramientas como esta no hacen justicia al verdadero potencial de las metodologías de colaboración abierta distribuida. Este joven doctor en Ciencias de la Computación por el Centro de Visión por computador de la Universidad Autónoma de Barcelona (España), formado también en la Universidad Tecnológica Nacional (Argentina), aspira a revolucionar el mundo del crowdsourcing con un enfoque nuevo y más ambicioso. Su propuesta, bautizada como Knowxel, involucra la inteligencia de muchos humanos en la resolución de tareas, y además de hacerlo de forma más amena y versátil, logra que estos obreros contribuyan con su trabajo a financiar ONG y entidades sociales.

La idea surgió en 2012 y se transformó muy pronto en una herramienta: una plataforma para dispositivos móviles capaz de reducir casi cualquier tarea a la suma de otras más pequeñas que pueden realizarse en unos segundos de forma simple. Además, Knowxel es una plataforma multipropósito que se adecúa a diferentes tipos de tareas basadas en crowdsourcing, y que, al estar orientada a móviles (por ahora, tabletas y smartphones con sistema Android), permite a los usuarios usarla en cualquier momento y lugar.

Knowxel ofrece diferentes plantillas para proponer y resolver cada tarea, lo que reduce los tiempos y los márgenes de error. "Para el cliente, la ventaja de usar platillas es que no necesita ningún tipo de conocimiento de lenguajes de programación, a diferencia de MTurk, y en minutos podría subir una tarea", explica Amato. Algunas de estas son, por ejemplo, etiquetado y adquisición de imágenes, análisis de datos multimedia, moderación de contenidos y clientes, realización de búsquedas y posicionamiento web.

Tal y como explica el innovador, la plataforma puede soportar "múltiples entradas" de datos que llegan a través de los sensores de los móviles (pantallas táctiles, cámaras, GPS y micrófonos). Esto permite, también, "múltiples salidas", es decir, que el abanico de posibles tareas que se pueden proponer y realizar "sólo están limitadas por la imaginación", asegura el joven.

El funcionamiento general de Knowxel se articula en torno a tres actores: clientes, usuarios y entidades sociales. El cliente tiene un problema y pagará por encontrar una solución. Utiliza una serie de plantillas para explicar, por ejemplo, que necesita analizar una serie de datos o ejecutar una acción promocional. Los usuarios son los internautas que están dispuestos a contribuir a solucionar el problema a través de la ejecución de pequeñas tareas, como interpretar datos, ver un vídeo publicitario y responder un cuestionario asociado. Por último, las fundaciones y ONG interesadas explican sus proyectos en la plataforma y contribuyen a la promoción de la herramienta en su ámbito de influencia. 

Una vez que el cliente ha solucionado su problema, realizará el pago, cuya cuantía dependerá del tiempo que haya llevado resolverlo y del número de usuarios involucrados. El 30% de ese dinero se distribuirá a partes iguales entre todas las entidades sociales registradas; otro 30% será para Knowxel; y el 40% restante llegará a los usuarios que hayan realizado sus tareas correctamente.

Integrando la motivación en el crowdfunding

Otro aspecto novedoso de la plataforma de Amato es su apuesta por evitar el tedio que supone realizar tareas repetitivas. Uno de sus lemas es "trabajar jugando", y bajo  esa filosofía, Knowxel está diseñada siguiendo una metodología de gamificación que potencia que los usuarios compitan entre ellos y posee un "sistema de reconocimiento y difusión a los mejores trabajadores" que premia a los usuarios más colaboradores. "Cada usuario, a medida que va resolviendo tareas correctamente, va subiendo de nivel y la plataforma lo va especializando, dándole más beneficios", resume Amato.

Un elemento de motivación adicional proviene del reparto de incentivos. El 40% de los ingresos que perciben los usuarios se dividirá a su vez en un 20% de retribución monetaria y un 20% en concepto de knowxel funding votes. Estos votos podrán ser distribuidos por los usuarios entre las ONG que elijan, a las que aportarán esa ganancia extra. "Esto ayudará a que los usuarios se involucren más en las causas y se sientan orgullosos con su pequeña contribución, y a su vez, dará transparencia y más visibilidad dentro de la plataforma a las ONG y fundaciones", asegura Amato.

Para este innovador, el crowdsourcing es un concepto aún "bastante desconocido", lo que genera una barrera de uso "muy importante". Por ello, su primer objetivo es dar a conocer esta metodología y aglutinar una masa crítica de usuarios pioneros. Actualmente, más de 200 están evaluando la plataforma en su versión beta. "Los clientes, de momento, provienen del ámbito científico: centros de investigación relacionados a inteligencia artificial, visión por computador, juegos de vídeo y biología", detalla el joven.

En opinión de la asesora de TPG Credit Funds, Paloma Cabello, miembro del jurado de los premios MIT Technology Review Innovadores menores de 35 Argentina y Uruguay, la visión de Amato sobre la utilización del concepto crowdsourcing en multiplataforma "multiplica el impacto de este paradigma" y supone una aproximación "muy creativa e innovadora" a este campo.

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