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miércoles, 21 de mayo de 2014

Fabricación asistida en la nube


Autodesk ha lanzado al mercado la primera solución de CAM (Computer Aided Manufacturing) accesible a través de la nube. Con ella, pueden abrirse las sesiones de trabajo en colaboración desde cualquier ordenador y mostrar una representación realista de la superficie de la pieza después del mecanizado.
Hace un año, Autodesk adquirió HSMWorks que, con su solución CAM, vino a complementar su gama de productos CAD. Ahora, con el lanzamiento de CAM 360, el editor estadounidense es el primero en lanzar al mercado un software CAM accesible a través de la nube. "Tener una oferta de CAM, además de herramientas como AutoCAD o Inventor, nos parecía necesario, ya que después de diseñar un producto es necesario ser capaz de verificar sus posibilidades de fabricación. Llevarlo ahora todo a la nube abre nuevas posibilidades", afirma Carl White, director de la división de ingeniería de manufactura de Autodesk.

Efectivamente, son muchas las ventajas de ejecutar la simulación del mecanizado de una pieza no a nivel local sino en servidores remotos a través de Internet. En primer lugar, el usuario puede acceder a una base de datos prácticamente ilimitada en términos de herramientas o soportes de mecanizado (para sujetar la pieza durante la fabricación). De este modo, no hay necesidad de una estación de trabajo potente para gestionar los complejos algoritmos de optimización de trayectorias de la herramienta.

De hecho, la tecnología de HSMWorks fue desarrollada para plataformas de 64 bits multi-core, pero como el programa ahora se ejecuta en servidores remotos, cualquier PC o Mac bastan para ejecutar los cálculos, obtener los resultados y generar programas que serán cargados en la máquina CNC.

Jeff Kowalski, director de tecnología de Autodesk, comenta: "Hoy, en el proceso de desarrollo tradicional hay demasiados pasos: diseño, simulación, simulación de mecanizado… El resultado es que a cada etapa se añaden nuevas limitaciones y la pieza final no se parece demasiado a la que había sido diseñada al principio. Proponiendo herramientas integradas como CAM 360, queremos romper estas barreras y facilitar las idas y venidas entre los diferentes equipos. Eventualmente, si los diseñadores son cada vez más conscientes de las limitaciones relacionadas con la mecanización, estarán en mejores condiciones para diseñar piezas fáciles de fabricar".

Interop -¡ cam360

sábado, 17 de mayo de 2014

Llega la primera impresora-escáner 3D del mundo

AIO Robotics Zeus


AIO Robotics presentó la primera impresora multifuncional 3D del mundo.
Como suele ser habitual en este tipo de dispositivos incorpora un escáner, aunque en este caso 3D lo que facilitará digitalizar cualquier objeto para imprimirlo o bien postearlo en internet.

La Zeus, que costará $2499 USD, ofrecerá un área de impresión de 8” × 6” × 5.7” y escanea objetos de hasta 5” de alto. La impresora opera con un sistema estándar de un solo filamento e imprime a 80 micrones. Los usuarios pueden usar una pantalla táctil para controlar el trabajo que quieran llevar a cabo en el dispositivo, por lo que su uso es sencillo e intuitivo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Crean riñones artificiales con una impresora 3D


Las impresoras 3D están despegando y en medicina no se están quedando atrás. Ahora, un grupo de estudiantes de ingeniería química de la Universidad de Connecticut (EEUU) ha logrado mediante impresión 3D desarrollar dos prototipos de un riñón artificial.
Este avance puede ser una inmejorable vía alternativa a la diálisis o el trasplante de órganos, siendo la primera una solución temporal y costosa, y la segunda un problema, debido a la gran demanda de este tipo de órganos.

"El objetivo del proyecto de diseño era conseguir que estos estudiantes combinaran la última tecnología y sus conocimientos de ingeniería química aprendidos en sus cuatro años de universidad, para resolver un problema técnico que marcaría un antes y un después”, afirma el profesor Anson Ma, responsable de los estudiantes.
Dicho y hecho. Los estudiantes crearon un dibujo de la parte exterior de un riñón artificial utilizando el software AutoCAD y luego trasladaron el modelo a la impresora 3D. El riñón se creó con un tamaño de 12 centímetros de largo por 6 de diámetro, lo que simboliza el tamaño medio de un riñón adulto.
Los estudiantes explican que sólo pudieron crear la “cáscara” del riñón, porque el nivel de impresión en 3D actual no es lo suficientemente precisa como para imprimir una estructura en la que pueda filtrarse la sangre.
“Las membranas de fibra hueca se instalarán en el interior para hacer la función de filtración . El riñón entonces será sellado. Además, se distribuirá un líquido en el exterior de las membranas, en el interior de la “cáscara”, que causará el flujo de componentes en la sangre. El exterior de la cáscara se puede usar como un sustrato para el crecimiento de material biológico para facilitar la integración en el cuerpo”, afirma Anson Ma.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Este dron es el primer paso para las impresoras 3D voladoras


Este dron es el primer paso para las impresoras 3D voladoras




En la naturaleza existen criaturas, como las avispas o los vencejos, que fabrican sus nidos con una pasta densa hecha de diferentes materiales (celulosa o barro) que se endurece al secarse. Ingenieros del departamento de robots aéreos del Imperial College, en Londres, se han inspirado en esos animales para crear la primera impresora 3D voladora.

El sistema consiste en un dron equipado con un inyector de espuma de poliuretano. Su precisión aún es muy rudimentaria, pero su creador, Mirko Kovac, se refiere al dispositivo como una impresora 3D voladora es porque la idea, a largo plazo, es desarrollar drones capaces de imprimir estructuras. De momento, el robot es capaz de cargar solo con un cartucho de 2,5 kilos, pero Kovac y su equipo creen posible construir drones capaces de llevar hasta 40 kilos de material para construir.

Este tipo de drones serían de gran utilidad no solo en la construcción, sino en tareas de reparación de lugares poco accesibles o peligrosos. Por supuesto, también permiten pensar en un inquietante futuro en el que los robots voladores construyan sus propios nidos ahora que ya saben tejer sus propias redes. El mayor reto, para empezar, es lograr una maniobrabilidad lo bastante precisa como para permitir al dron esculpir objetos complejos.
Kovac y su equipo realizarán una demostración de las habilidades de este robot escultor en la feria científica Imperial Festival que tendrá lugar los próximos días 9 y 10 de mayo en Londres. [New Scientist]


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viernes, 2 de mayo de 2014

Descubre un smartphone con pantallas plegables que cambian con el movimento




El profesor Roel Vertegaal y el estudiante Antonio Gomes de la Universidad de Queen han presentado su prototipo de "smartphone" con tres pantallas de tinta electrónica.




Las pantallas de tinta electrónica son bastante versátiles, aunque actualmente no se emplean en demasiados dispositivos. Este proyecto plantea un uso de estas pantallas jamás planteado. Se trata de un dispositivo contres pantallas E-Ink que pueden plegarse entre ellas, dando diferentes usos dependiendo de la posición que tenga cada una.


Paperfold ha sido desarrollado por un profesor y un estudiante de la Universidad Queen de Canadá y presentado en la conferencia ACM CHI 2014 de Toronto. El terminal permite desplegar varias pantallas que pueden unirse entre ellas o funcionar de manera independiente, pudiendo usarse del mismo modo que un ordenador portátil o como un mapa desplegado.

Al conectar las pantallas, la interfaz se adaptará automáticamente a la forma en la que se ha conectado, de modo que, por ejemplo, si tienes una pantalla en vertical y le añades una en horizontal, la segunda se convertirá en un teclado táctil, o si las colocas en forma de prisma, puedes ver un modelo 3D de un edificio.

El dispositivo es actualmente un concepto en fase de prototipo y aún no se ha hablado de desarrollarlo como producto comercial. Sin embargo, es un gran avance de lo que puede aguardarnos el futuro de los smartphones si incorporaran este tipo de pantallas plegables.

miércoles, 30 de abril de 2014

El MIT enseña lo último para detectar billetes falsos: nanocristales y un móvil

Lo último para detectar billetes falsos: nanocristales y un móvilSEXPANDIR
Los billetes falsos son una plaga tan vieja como el papel moneda, y muy difícil de erradicar. Con el tiempo, las redes criminales logran imitar hasta los sistemas anticopia más complejos. El último descubrimiento del MIT, sin embargo, podría poner las cosas más difíciles a los falsificadores. Se trata de nanocristales invisibles a simple vista que marcan de forma única cada billete.

Con un tamaño de apenas la billonésima parte de un metro, estos nanocristales están compuestos de diferentes metales que los hacen brillar siguiendo diferentes patrones. Cada cristal puede ser configurado siguiendo 1.000 patrones de color diferentes. Por si eso fuera poco, su aplicación también puede adoptar diferentes formas, caracteres o letras. Según el MIT, una superficie equivalente a un grano de arena puede etiquetarse con un patrón único de entre 10 elevado a 30 posibles combinaciones.

Aunque su brillo es visible bajo luz ultravioleta y un instrumental adecuado, el problema de estas diminutas estructuras es que son difíciles de identificar para una persona normal. La solución del MIT pasa por desarrollar una aplicación para smartphones que pueda escanear los patrones de color de estos nanocristales, y simplemente comprobar si el billete es falso o no.

La aplicación más obvia para estos cristales es el papel moneda, pero no es la única. Los nanocristales pueden ser aplicados de forma indeleble sobre cualquier objeto sin dañarlo, desde cajas de fármacos a entradas de conciertos, certificados, documentos identificativos u obras de arte.

viernes, 25 de abril de 2014

Compañía China imprime con tecnología 3D 10 casas en un día usando deshechos de construcción


Empresa de materiales chinos "Yingchuang Nuevos Materiales" ha producido, según informan, 10 edificios en impresos en 3D en 24 horas, usando una máquina hecha a la medida que produce capas de residuos de la construcción mezclada con cemento.


Según un informe de la televisión china CNC Mundial, la compañía con sede en Suzhou, gastó 20 millones de yuanes (£ 2 millones de dólares) y 12 años desarrollando su dispositivo de fabricación aditiva especializado, que puede ser utilizado para imprimir en 3D las estructuras arquitectónicas autoportantes.

La compañía demostró la tecnología a principios de este mes con la producción de 10 casas independientes en el increíble tiempo de un día, la cuales se utilizarán como oficinas en un parque industrial en Shanghai.

Chinese company 3D prints 10 buildings in a day using construction waste

Cada edificio consta de muros y estructura impresos mediante la tecnología 3D. El único elemento que no ha sido producido por impresoras 3D es el tejado, que según la compañía es imposible de conseguir hasta que la tecnología esté mas avanzada.

El proceso se llevó a cabo en la fábrica de Yingchuang Nuevos Materiales, donde una cadena de montaje de impresión en 3D hace uso de hasta cuatro impresoras en cada vez.

 
Chinese company 3D prints 10 buildings in a day using construction waste
El presidente de la compañía, Ma Yihe, espera que un día las impresoras 3D se utilicen para construir los rascacielos, reutilizando los materiales de los edificios no deseados. "Con la impresión 3D en el futuro que podemos construir buenos edificios con materiales confiables y sin residuos", dijo a CNC Mundial. "Los residuos de los edificios demolidos o residuos industriales puede ser utilizado para construir las estructuras."

Chinese company 3D prints 10 buildings in a day using construction waste

domingo, 13 de abril de 2014

Esta impresora con alma de Roomba dará vida a tus documentos estés donde estés

Esta impresora con alma de Roomba dará vida a tus documentos estés donde estés
A día de hoy el concepto de portabilidad se ha reducido a la mínima expresión gracias a tablets extremadamente completos, teléfonos con cámaras espectaculares, altavocesde bolsillo, espacio casi interminable en la nube... la oficina a cuestas es ahora más posible que nunca, sin embargo, hay un pequeño detalle que sigue condicionando a muchísimas personas: la impresora. ¿Qué haces cuando tienes que imprimir un documento de última hora? En ZutA Labs parecen tener la solución, ya que han diseñado una impresora extremadamente compacta que te salvará la vida en momentos de emergencia extrema.

La idea nace de llevar el cabezal de una impresora de inyección de tinta a un pequeño robot motorizado, similar a una Roomba, que se encargaría de desplazarse por el papel como si de una aspiradora en miniatura se tratase. Con la diferencia de que hará justo lo contrario, ya que en lugar de limpiar, este Mini Mobile Robotic Printer pintará sobre la hoja para dar vida a tu documento.

Como podrás imaginar, este producto se encuentra ahora mismo en fase de financiación, por lo que de estar interesado deberás de apoyar la campaña de Kickstarter que han creado para poder llevarlo a la vida. La cantidad mínima para poder hacerte con una son 180 dólares, aunque deberás de saber también que el fabricante podría no enviarlas hasta enero del 2015.

lunes, 7 de abril de 2014

Toyota empieza a sustituir robots por personas en sus fábricas

Toyota empieza a sustituir robots por personas en sus fábricas

Foto: Planta de Toyota en Japón [AP Images]


No, no habéis leído mal el titular. Cuando parecía que los robots iban a terminar quitándonos a todos nuestro puesto de trabajo, el presidente de Toyota, Mitsuru Kawai, ha empezado a retirar robots, y a sustituirlos por trabajadores humanos. Lo más interesante es la razón: a la larga, las personas son más eficientes.


Japón es el segundo país del mundo (solo por detrás de Corea del Sur) con más robots trabajadores, unos 309.400. Sin embargo, la precisión de los autómatas no está librando a las compañías japonesas de errores en la producción. En 2008, Toyota tuvo que revisar más de 10.000 coches en Estados Unidos por un problema en la aceleración. El caso le valió además una severa multa por parte de la administración de ese país.


Hace tres años, Kawai ha vuelto a introducir personal cualificado en la línea de producción. En la planta de Honsha, los trabajadores han logrado reducir la cantidad de residuos de la línea de producción, y han mejorado mucho su eficiencia. El éxito de la prueba ha llevado a extender la práctica a otras fábricas.


Mitsuro Kawai lo explica con estas palabras a Bloomberg: "Cuando yo era un novato, había trabajadores con tanta experiencia que se les llamaba Kami-Sama (dioses). No había nada que no pudieran hacer. No podemos depender de máquinas que solo hacen la misma tarea repetitiva una y otra vez. Para convertirnos en maestros de las máquinas debemos adquirir la experiencia suficiente como para poder enseñar a esas máquinas."


En definitiva, que los robots hacen el trabajo bien, pero carecen del nivel de brillantez y creatividad que puede tener una persona tras años de experiencia en su puesto de trabajo. Kawai quiere recuperar a esos "dioses" del taller. La decisión probablemente se traduzca en un cierto impacto sobre las cifras de producción. Aún así, sustituir un par de pinzas motorizadas por unas manos guiadas por una persona que sabe lo que hace suena realmente bien.

miércoles, 2 de abril de 2014

Los 10 puntos oscuros de las impresoras 3D


Impresión 3D
La impresión en 3D tiene el potencial de ser un invento revolucionario pero también perturbador.
Es innegable que las impresoras en 3D abren un mundo de posibilidades. Sus defensores dicen que estas pequeñas máquinas hogareñas les van a permitir a diseñadores y creativos dar rienda suelta a una catarata de ideas. Y que van a poder construir cualquier cosa que imaginen, desde anillos para la cortina de la ducha a obras de arte e incluso automóviles. Pero no todos están de acuerdo, como explica Anthony Zurcher, editor del blog de la BBC Echo Chambers.
Defensores como Chat Reynders afirman: "Todavía no se ha desarrollado la tecnología para sustituir a los procesos de fabricación completos, pero en su formato actual la tecnología 3D sirve para ahorrar en materia de prototipos, residuos y emisiones provocadas por el transporte", escribe el ejecutivo de la consultora Reynders McVeigh Capital Management en The Guardian.

La impresión de armas en 3D ha generado polémica.

Cascos impresos en 3DPero Greg Beato, de la revista Reason, dice que si nos enfocamos solo en la infinidad de usos de esta tecnología, desde lo artístico a lo mundano, ignoramos el panorama más amplio: la impresión en 3D tiene el potencial de ser un invento revolucionario pero también perturbador.
¿Quién es el responsable si nos lastimamos usando un casco impreso en 3D?
¿Qué va a pasar –escribe- cuando llegue el momento en el que millones de personas puedan "hacer, copiar, intercambiar, comprar y vender todos los objetos cotidianos que pueblan nuestras vidas? Sería el fin de las grandes tiendas de artículos para el hogar. Pero además, agrega, podría ser un golpe al corazón de los gobiernos.

Beato explica cómo: "A la agonía de las tiendas al por menor y las fábricas le seguirá la de los gobiernos. ¿Cómo no va a ser así si sólo las personas de edad pagan el impuesto sobre las ventas, cada vez menos ciudadanos obtienen sus ingresos a partir de los trabajos tradicionales y fáciles de tributar, y los grandes contribuyentes corporativos se escabullen? Sin un gran negocio, un gran gobierno no puede funcionar".

Peligros

Hay un "lado oscuro" de la impresión 3D, escribe Lyndsey Gilpen, de TechRepublic. Las impresoras 3D son todavía máquinas potencialmente peligrosas y que provocan desperdicios y su impacto social, político, económico y ambiental aún no se han estudiado ampliamente, señala Gilpen.

Ella cita 10 motivos:
  1. Las impresoras 3D consumen mucha energía. "Cuando derriten plástico con calor o láser, las impresoras 3D consumen alrededor de 50 a 100 veces más energía eléctrica que el tradicional moldeo por inyección empleado para hacer un artículo del mismo peso, según un estudio de la Universidad de Loughborough".
  2. Contaminan. Mientras calientan el plástico e imprimen pequeñas figuras, las máquinas utilizan filamentos PLA que emiten 20 mil millones de partículas ultrafinas por minuto y filamentos ABS que emiten hasta 200 mil millones de partículas por minuto. Estas partículas pueden depositarse en los pulmones o el torrente sanguíneo y plantean riesgos para la salud, indica Gilpen y cita un estudio del Instituto de Tecnología de Illinois, EE.UU.
  3. Dependen de los plásticos. Las impresoras 3D usan dos tipos de plásticos: el PLA es biodegradable, pero la mayoría utiliza filamentos ABS, que contaminan. Todos los restos de plástico producidos por la impresión van a parar a la basura.
  4. Problemas de derechos. La impresión 3D abre la puerta el mercado negro de productos ilegales. "Esta potencial situación de piratería digital es comparable a la forma en que internet desafió los derechos de autor de la industrias del cine y la música, las marcas comerciales y las descargas ilegales", apunta Gilpen.
  5. Vacío legal con las armas. La primera arma 3D impresa con éxito es una noticia vieja, pero sus ramificaciones son muy importantes. Hay empresas apareciendo por todo el mundo tratando de vender estas armas. Algunas de ellas pasan los detectores de metales.
  6. Responsabilidad de los fabricantes. Si una persona dispara un arma de fuego impresa en 3D y lastima o mata a alguien, apuñala a alguien con un cuchillo impreso en 3D, o se rompe el cuello mientras andaba en una bicicleta con un casco impreso en 3D, ¿quién es el responsable? ¿El propietario de la impresora, el fabricante de la impresora o la persona irresponsable que pensó que era una buena idea producir y utilizar un producto no probado?
  7. Bioética. La impresión de cartílagos ya es bastante común y se multiplican los casos como el de la empresa Organovo, que está imprimiendo células del hígado y del tejido del ojo. Las conversaciones sobre las cuestiones morales, éticas y legales que rodean el bioprinting - "impresión de partes del cuerpo"- recién empiezan.
  8. Drogas impresas en 3D. El montaje de compuestos químicos a nivel molecular utilizando una impresora 3D es posible. Es un muy largo camino por recorrer que podría permitirles a los químicos crear muchas drogas, desde la cocaína al ricino.
  9. Riesgos de seguridad nacional. La falta de regulación respecto a las impresoras 3D abre vacíos legales que podrían comprometer la seguridad de los países y provocar hechos de violencia.
  10. Seguridad de los objetos que toman contacto con comestibles. Se puede imprimir un tenedor o una cuchara en 3D, pero si se utiliza plástico ABS, este material no está libre de BPA (bisfenol-A), una sustancia prohibida en varios países. Además, apunta Gilpen, muchas impresoras 3D tienen espacios donde las bacterias pueden crecer fácilmente si no se limpian adecuadamente.
La impresión 3D es claramente una de las nuevas promesas de la tecnología. Pero, ¿deberían estar preocupados los políticos, los gerentes... y usted mismo?

domingo, 30 de marzo de 2014

Comienzan los trabajos para la primera casa construida con impresión 3D

Os hablamos del proyecto en enero y ya tenemos más noticias sobre la evolución del mismo.
Se trata de la primera casa construida con impresión 3D, algo que está realizándose en Amsterdam. Llevan trabajando en el lugar durante tres semanas y ya han creado 3 metros de altura de la que será la primera casa usando este sistema. Han mostrado la primera pieza de 180kg, uno de los bloques de construcción que, al mejor estilo LEGO, serán apilado en los próximos tres años para formar un complejo de 13 habitaciones, inspirado en una tradicional casa holandesa.
Uno de los arquitectos comentó que aún falta mucho para poder afirmar que es un método eficiente. Están usando un material que es una mezcla de bio-plástico, usualmente utilizado como un adhesivo industrial, que contiene 75% de aceite vegetal y reforzado con microfibras. También han hecho pruebas con un plástico transparente y una mezcla de fibra de madera, pero tienen pensado trabajar para poder en el futuro imprimir con varios materiales al mismo tiempo.
En el artículo publicado en The Guardian podemos ver algunos vídeos, tanto de la construcción de unos de los bloques:
como del estado del proyecto:
Podéis obtener más información en la web 3dprintcanalhouse.com, donde podemos ver maquetas, fotos, tour en audio, contenido para bajar, perfiles en redes sociales y más información que nos ayudará a entender el estado de este sistema que puede revolucionar, a largo plazo, la forma de construir residencias en el mundo.

viernes, 28 de marzo de 2014

Bombilla de diseño impresa en 3D


Esta bombilla rota impresa en 3D funciona de verdadSEXPANDIR
Si estás buscando iluminación de diseño para tu casa, ahí va una buena idea. La compañía suecaGässling ha creado bombillas que parecen completamente rotas pero que funcionan de verdad. Ideadas por el diseñador Joakim Christoffersson, están fabricadas con una impresora 3D y parecen casi una ilusión óptica.
Hay hasta tres modalidades a escoger. La de arriba simula una bombilla atravesada por una bala, pero también está la versión simplemente rota (en la imagen justo debajo) o la que se nos ha caído de las manos (al final).
Lo malo viene ahora: 399 euros la unidad, aunque son más grandes que una bombilla convencional, de unos 19 centímetros de alto por 17 de ancho. Como idea, muy original. Habrá que buscar versión DIY/casera.
Esta bombilla rota impresa en 3D funciona de verdadSEXPANDIR
Esta bombilla rota impresa en 3D funciona de verdad

miércoles, 26 de marzo de 2014

Jaguar Land Rover invierte 54 millones de euros en estampación en Halewood

El grupo británico Jaguar Land Rover ha invertido 54 millones de euros en una nueva línea de estampación en la planta de Halewood, cerca de Liverpool, en Inglaterra, la primera de su tipo que se construye en el Reino Unido.
La nueva línea de estampación se encuentra a 13 metros de altura y tiene más de 85 metros de largo, con una capacidad de la prensa de estampado de 7.900 toneladas de acero y paneles de aluminio, por lo que es la más rápida y una de las más grandes y poderosas de la industria.
La instalación de esta planta ha requerido una importante reconfiguración del taller de prensa Halewood, ya que el techo ha tenido que ser levantado casi 12 metros para dar cabida a la nueva maquinaria, y la instalación es un 50 % más amplia frente a la sustituida.
Richard Else, director de Operaciones de Halewood, ha declarado que "esta nueva línea de prensas refuerza la inversión a largo plazo de Jaguar Land Rover en la fabricación en el Reino Unido. Halewood es una de las instalaciones más flexibles y avanzadas para automóviles de producción en Europa y la inversión garantiza que podamos hacer más paneles y de manera más eficiente".
A finales de este mes de marzo, Aida, el fabricante de prensas para estampación de metal, completará los acabados de la instalación, para que las operaciones de prensa de prueba comiencen en abril, antes de su puesta definitiva en marcha, este verano, y en el otoño alcanzar una velocidad de 20 estampaciones por minuto.
Este sistema de prensas es el primero de su tipo en ser utilizado por Jaguar y Land Rover y en comparación con la operación más mecánica de las prensas existentes, el nuevo equipo puede manejar un mayor número de toneladas y trabar a velocidades más altas, lo que permite a Halewood incrementar el volumen de producción de piezas.
La nueva línea también utiliza menos energía e incorpora un sistema de recuperación que captura la energía de la acción de drenaje y la convierte en electricidad, asegura la compañía en un comunicado.
El diseño de la prensa Aida también permite cambios más rápidos de los moldes, ya que se pueden lograr en menos de cinco minutos, en comparación con un máximo de 55 minutos para la mayor línea de prensas mecánicas existentes en Halewood.
Halewood fabrica el Land Rover Freelander 2 y el Range Rover Evoque y está operando a plena capacidad las 24 horas del día, por primera vez en sus 50 años de historia.
Más de 230 millones de euros se han invertido en Halewood desde 2011 y Jaguar Land Rover ha invertido más de 3.588 millones de euros en los contratos de suministros en el Reino Unido relacionados con la producción Evoque.
La plantilla de trabajo se ha triplicado en los últimos tres años hasta llegar a los 4.500 empleados y más de 2.200 han completado aprendizajes en los últimos dos años.
El taller de prensas de Halewood es una de las plantas de estampado más grandes del Reino Unido, sobre una superficie de 30.000 metros cuadrados.
El taller de prensa, que funciona con cuatro turnos de trabajo, incluye 10 líneas de prensas totalmente automatizados, con capacidad de 600 a 1.000 toneladas de piezas de acero y aluminio.
Cada hora se producen alrededor de 700 paneles, para llegar a los 25 millones cada año.
El 60 % de la producción de estampado de Halewood es para la línea de producción de este planta y el resto va a Castle Bromwich y Solihull para otros vehículos de Jaguar Land Rover. El 80 % del volumen total de estampación de Jaguar y Land Rover se produce en Halewood. EFE

martes, 25 de marzo de 2014

Apple busca automatizar totalmente su producción de baterías para el iPhone



Aunque es algo que no veremos en el próximo iPhone, que presumiblemente empezará a fabricarse el mes que viene (durante el segundo trimestre de este año), esta intención de Apple se verá a partir de finales de este mismo año, cuando se empiece a proyectar la fabricación del iPhone 7. Apple quiere que la mano de obra humana intervenga lo mínimo posible en la fabricación de sus dispositivos para minimizar fallos.
En casos como el de iMac o el Mac Pro Apple ya tiene gran parte de la producción automatizada, solo entra el factor humano en el ensamblaje final de todos los componentes. Apple parece querer conseguir algo similar en sus iPhone y la producción automatizada de baterías parece el primer paso a dar para conseguirlo. El iPhone 5s ha presentado algún fallo de fabricación en sus baterías y esto movimiento lo solucionaría.
Con esto Apple pretende no depender tanto de su mano de obra a la hora de agilizar producción y minimizar al máximo los posibles errores de fabricación. Desde mediados del año pasado hemos podido saber como Apple se encontraba en pleno proceso de modernización de sus fábricas. Así que tras una inversión de más de 10.000 millones de dólares, el siguiente paso lógico sería este.


lunes, 24 de marzo de 2014

Imprimir el mundo


Imprimir el mundo

Reproducir a tamaño natural y con todo detalle órganos como un corazón, de momento para simulaciones y estudios médicos, pero pensando en poder hacer un día trasplantes de órganos.

En noviembre del 2012, Chris ­Anderson sorprendió a la comunidad tecnológica cuando anunció que abandonaba su trabajo como redactor jefe de la revista 'Wired' para centrarse en su empresa de fabricación de drones 3DRobotics. 'Wired' es la publicación sobre tecnología más influyente del mundo, y Anderson es un gurú de internet. Conocido por su artículo "The Long Tail" (la larga cola), escrito en el 2004 y con­vertido después en un libro de referencia sobre el desarrollo de negocios en internet ('The Long Tail: Why the Future of Business is Selling Less of More'), este físico, ­periodista y emprendedor está considerado un ­visionario de la economía digital. Su argumento para dejar un cargo editorial de enorme importancia fue tajante: "La impresión 3D será algo más grande que la web", aseguró. Poco después, plasmaba esta idea en un libro ('Makers: The New Industrial Revolution'), en el que defiende que estamos en la antesala de un cambio en los modelos de creación, producción y distribución de productos comparable a la revolución industrial.
Las impresoras 3D existen desde mediados de los años ochenta, pero hasta hace apenas un lustro sólo las grandes compañías de sectores punteros podían acceder a esta tecnología. La distribución de este tipo de máquinas estaba en manos de unos pocos fabricantes, que inventaron y patentaron diversas tecnologías de impresión 3D y explotaron sus posibilidades en el campo del diseño industrial. Empresas como las estadounidenses 3D Systems y Stratasys fabrican desde hace tres décadas impresoras capaces de producir prototipos y moldes de una gama de materiales bastante amplia: desde polímeros como el nailon hasta metales como el titanio.
A causa de la falta de competencia, el precio de estas impresoras 3D resultaba prácticamente inalcanzable. Sólo las grandes multinacionales de industrias como la aeronáutica o los centros de investigación científica y médica más avanzados podían pagarlas. Las demás industrias interesadas en la investigación y el desarrollo en ese campo debían conformarse con diseñar sus prototipos en 3D y enviarlos a las compañías fabricantes para que los imprimiesen y así poder evaluar la eficacia de lo proyectado.
El uso de las impresoras 3D es ya una realidad en múltiples ámbitos, más allá de la fabricación de piezas ligeras para aviones comerciales y de combate o de elementos de la carrocería de los coches. En el sector sanitario, las aplicaciones son inmensas: se imprimen implantes dentales y craneales, prótesis (incluso brazos y piernas biónicas sensibles al tacto), injertos óseos para curar articulaciones fracturadas, moldes de canales auditivos que se convierten en audífonos; y se experimenta con la impresión de tejidos vivos (que actúan como sustitutivos temporales de cartílagos como la tráquea y los bronquios) y órganos humanos (a partir de células madre embrionarias).
La NASA estudia enviar a la Estación Espacial Internacional una impresora 3D junto con alimentos ricos en proteínas envasados al vacío para que los astronautas se impriman su comida. Bistecs, por ejemplo. Las marcas comerciales ya están probando con deportistas de elite productos adaptados a las necesidades de cada atleta. En la Super Bowl, Nike estrenó unas zapatillas cuyos tacos de nailon, creados con una impresora 3D, mejoran la tracción de los jugadores en el momento de iniciar la carrera.Pronto se verán empuñaduras adaptadas a los movimientos y al modo de coger la raqueta de los tenistas, con el fin de evitar lesiones como la llaga que mermó el juego de Rafael Nadal en el Open de Australia.
En cualquier actividad, las posibilidades son infinitas: coches personalizados de Scalextric; carcasas para móviles; copias de superhéroes de cómic o incluso de uno mismo; piezas para reparaciones en el hogar, como recambios de electrodomésticos; moldes y prototipos para uso profesional o como entretenimiento que pueden ser de joyería, moda, arte... Y eso, sin contar excentricidades, como la pistola Liberator o la impresión de un feto, que ofrece una empresa como 3D Babies (por 460 euros).
El punto de inflexión que explica el auge que ha experimentado la impresión 3D en los últimos años son las investigaciones del profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Bath (Reino Unido) Adrian Bowyer. Él impulsó, en el 2005, el proyecto RepRap, cuya finalidad era diseñar una impresora 3D de bajo coste capaz de autorreplicarse. La gran contribución de esta iniciativa radica en que Bowyer creó este proyecto bajo los principios del open sour­ce, lo que le llevó a compartir y divulgar en internet todos sus avances. Pronto se conformó una amplia comunidad de aficionados y profesionales que ayudaron a desarrollar la máquina y a experimentar con técnicas y materiales de impresión tridimensional.
A la conquista del hogar.
La liberación, en el 2009, de las patentes de la tecnología de impresión 3D conocida como FDM (modelado por deposición fundida) marca el inicio del uso doméstico. La compañía Stratasys –cuyo fundador inventó y patentó la tecnología FDM– empezó a tener competencia. La aparición de empresas creadas al amparo del proyecto RepRap, como Makerbot, provocó que los precios de las impresoras 3D capaces de crear prototipos de plástico fundido cayeran en picado. Máquinas que hasta entonces costaban decenas de miles de euros se empezaron a comercializar por menos de 1.000, lo que las hizo accesibles a profesionales y pequeñas empresas de perfil técnico o artístico: ingenieros, estudios de diseño y arquitectura, artesanos, inventores, aficionados al modelado y, en general, a cualquiera con conocimientos y creatividad para diseñar productos de toda índole.
La mayoría de estos modelos usa como materiales de impresión filamentos de ABS (con el que se hacen las piezas de Lego, carcasas de electrodomésticos o componentes de automóvil, por ejemplo) o PLA (un plástico biodegradable, pero menos manipulable y no reciclable y, por ello, menos usado que el ABS). Las bobinas de este plástico son el equivalente a los cartuchos de tinta, tóner, etcétera, de las impresoras y actualmente cuestan unos 30 euros.
Hoy en día, las impresoras 3D empiezan a asomar en los catálogos de los principales centros comerciales de todo el mundo, incluida España. Aquí, un puñado de emprendedores se han convertido en los impulsores de esta nueva industria. Algunos son distribuidores de las impresoras 3D fabricadas en otros países. Es el caso de Marc Torras, que en abril del 2013 creó la empresa EntresD para comercializar en España y Portugal la Up Mini y la Up! Plus, fabricadas por la empresa china PP3DP. Torras detectó la oportunidad de mercado al visitar una feria de moldes en Frankfurt. Al mes siguiente viajó a Pekín y llegó a un acuerdo con PP3DP (que en EE.UU. comercializa sus impresoras bajo la marca Affinia). Presentó sus dos primeros modelos en el Salón del Cómic de Barcelona y ahora se venden en Fnac, El Corte Inglés y webs como Redcoon.es.
Otra compañía que busca un hueco en este mercado es bq, empresa de diseño, fabricación y distribución de dispositivos tecnológicos con sede en Las Rozas (Madrid). Distribuye la Replicator 2 de Makerbot y ha sacado a la venta su primera impresora 3D, Witbox, fabricada en Navarra. "Nuestra estrategia es introducirnos en mercados aún incipientes, pero a punto de eclosionar. Hasta ahora no había en este sector una empresa con fábrica propia que diese soporte técnico. Es nuestra apuesta", indica Juan González, director de proyectos de impresión 3D en bq.
Algunas empresas e instituciones han ido un paso más allá. En su visión, la actividad comercial no es el único fin, sino un medio para impulsar un ecosistema de fabricación personal. La compañía que mejor refleja esta filosofía es la guipuzcoana Tumaker, creadora de la impresora Voladora y de un escáner 3D de alta resolución y bajo coste que aún no se comercializa.
Jon Bengoetxea, director general de la empresa, es un firme defensor del movimiento DIY –por las siglas en inglés de 'do it yourself', o sea, "hazlo tú mismo"–. "Lo verdaderamente importante no es la impresora, es lo que haces con ella –dice–. Visualizamos la impresora como parte de un proceso cuya finalidad es fomentar la creatividad y la innovación. Las fabricamos y distribuimos a colegios, empresas o centros tecnológicos y les ayudamos a crear espacios de fabricación digital de bajo coste. Todo está enfocado a disfrutar del proceso de construcción y aprendizaje".
Por esta senda camina desde hace varios años la Fundación CIM de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Desde sus instalaciones, en la Facultad de Matemáticas en Barcelona, esta entidad impulsa la transferencia de conocimientos de ingeniería y gestión de la tecnología, con hincapié en los proyectos de I+D sobre impresión 3D. Es uno de los pocos centros españoles que posee desde 1997 impresoras 3D de uso industrial, capaces de trabajar con procesos de fabricación Rapid Prototyping (prototipado rápido), lo que le ha servido para ayudar a empresas (de automoción, 'packaging', electrodomésticos...) a diseñar y desarrollar sus productos.
El director de operaciones de la Fundación CIM ,Roger Uceda, es además el alma máter del proyecto RepRapBCN, mediante el cual se ha creado una impresora 3D capaz de producir la mayor parte de sus piezas, a la manera de la máquina original de Adrian Bowyer. El año pasado se vendieron 400 unidades de la RepRap BCN3D+ entre centros tecnológicos, particulares y empresas como Telefónica o Danone. La mayoría se entregan ensambladas, pero también se distribuyen a un precio menor por kits para los compradores que prefieren montarlas.
De la revolución social a la transformación industrial.
Que todo el conocimiento para fabricar impresoras 3D sea de dominio público ha contribuido a encender la imaginación de muchas personas, quienes han desarrollado sus propios dispositivos y proyectos. Sustituyendo las bobinas de plástico, que funcionan por extrusión (se funde el material y se empuja para que se vaya solidificando una vez depositado) por un cabezal que funcione mediante inyección, se pueden construir impresoras que fabriquen alimentos, por ejemplo. Ya se hacen experimentos para crear monas de Pascua y otras figuras de chocolate.
Existen muchas herramientas y recursos on line que facilitan el diseño de elementos tridimensionales. En webs como Thingiverse se comparten, bajo licencias libres de uso, diseños y modelos de productos. El crecimiento exponencial de esta comunidad ofrece una idea de la eclosión que experimenta la impresión 3D: en el 2010 apenas se compartían 5.000 diseños en Thingiverse; en el 2013, la cifra de creaciones superaba los 200.000 modelos.
Los programas informáticos de diseño en 3D son cada vez más fáciles de usar. Aplicaciones como SketchUp (creada por Google) o Tinkercad (adquirida el año pasado por Autodesk, empresa creadora del programa de diseño técnico en 2D y 3D AutoCAD) permiten que la transición entre la idea, el diseño tridimensional y la impresión del producto sea cuestión de minutos.
Para profesionales de la ingeniería o la arquitectura la impresión 3D cambia los tiempos y el gasto que supone el paso de un prototipo a una pieza real: antes era caro y conllevaba mucho tiempo; ahora es rápido y económico.
La facilidad para crear diseños en 3D con estos programas –aun más, la posibilidad de descargarlos de sitios como Thingiverse–, junto con el abaratamiento de las impresoras de tecnología FDM (la impresión por deposición de capas de plástico fundido), son los dos elementos que conforman el cambio de paradigma que se da alrededor de la impresión 3D.
En poco tiempo, las personas mañosas y espabiladas no tendrán que comprar algunos productos, aprenderán a producirlos. "La verdadera revolución no será sólo tecnológica, será social –opina Bengoetxea–. Esta tecnología nos da la oportunidad de tener autonomía y libertad a la hora de crear cosas físicas. La brecha que ha existido entre el inventor y el fabricante se diluye y esto es algo desconocido hasta ahora. Los creativos, los inventores, pueden proyectar sus ideas y productos sin depender de nadie".
Está por ver si la impresión 3D se convertirá en una tecnología disruptiva, pero no cabe duda que afectará, en mayor o menor medida, al modelo de distribución de productos y servicios. Aun así, se antoja complicado imaginar una masificación de esta tecnología, y tampoco se presume que el común de los consumidores se descargue de internet e imprima objetos de bajo coste y presencia cotidiana en nuestras vidas. Si se desengancha el tope de una puerta en casa, seguiremos yendo a comprar uno a la tienda. Pero, ¿y si un electrodoméstico deja de funcionar por una pieza estropeada que ya no se distribuye pero cuyo diseño se halla en internet?; ¿y si se pudiese fabricar en casa componentes de los vehículos como la correa de distribución o los manguitos, cuya mera mención por el mecánico crea pánico entre los conductores por el coste de la reparación? .
"Las perspectivas de futuro son enormes –augura Juan González–. Cuando la gente pueda fabricar cualquier objeto en su casa o lugar de trabajo a un coste muy bajo, los hábitos de vida y consumo no volverán a ser los mismos. Las impresoras 3D van a transformar nuestra forma de pensar y consumir. Mi hija de cuatro años ya no me pide que le compre accesorios para sus muñecas; me pide que se los imprima. Y es ahí donde reside la verdadera revolución, en ese cambio de mentalidad".
2014, Año CLAVE.
A los numerosos entusiastas que pregonan que la impresión 3D revolucionará los procesos productivos de muchas industrias se han añadido algunos indicadores a tener en consideración. La consultora de investigación Gartner preveía en un informe de septiembre del 2013 un aumento de ventas de impresoras 3D domésticas del 73% en el 2014 y del 100% (respecto al año anterior) en el 2015. Pero incluso los interesados en esta eclosión ponen en duda estos datos: "Las predicciones siempre fallan, porque el catalizador del cambio es imprevisible", dice González.
Las cifras de referencia en este sector son las que ofrece la firma consultora Woh­lers Report. Su informe sobre el año 2012 muestra que si bien las ventas de impresoras 3D crecen, el mercado a nivel doméstico aún está en pañales: de menos de 6.000 unidades que se vendieron en todo el mundo en el 2010 se pasó a 35.000 en el 2012.
El catalizador de la expansión de este mercado podría ser la liberación de las patentes que afectan a la tecnología SLS (sinterizado selectivo por láser), que caducaron este febrero del 2014. Cabe prever que, tal como ocurrió en el 2009 tras el vencimiento de las patentes FDM, se estimule la competencia y bajen los precios de una nueva generación de impresoras 3D, capaces de trabajar con una mayor variedad de materiales y de imprimir objetos con mayor resolución y más rápidamente que los que se obtienen mediante la deposición de capas de plástico fundido.
Este nuevo escenario supondrá que, a medio plazo, se pueda adquirir impresoras más avanzadas y funcionales por menos de 1.000 euros, lo que sin duda atraerá la atención de muchos ámbitos profesionales: los traumatólogos podrán fabricar prótesis para ensayar sus intervenciones, los ingenieros ya no dependerán de intermediarios para imprimir sus prototipos y los artistas podrán fabricar moldes en su taller.
En este contexto se debe situar la mención de Barack Obama en el discurso sobre el estado de la Unión del 2013: "La impresión 3D tiene el potencial de revolucionar la manera en que hacemos casi todo", dijo el presidente, que ha impulsado un plan que prevé introducir una impresora 3D en cada aula de Estados Unidos. Para Obama, y para cada vez más gente, el futuro pasa por la fomentar la creatividad. Un modelo educativo, social y económico con un largo camino por recorrer, pero que es necesario incentivar porque, entre otras cosas, la creatividad no se puede deslocalizar.