El planeta necesita más alternativas verdes. La sostenibilidad ya no es una tendencia, debe ser una realidad en todos los aspectos de nuestras vidas y es uno de los mayores retos de la transformación digital. La fabricación aditiva, como parte de esta nueva revolución digital, además de ser una alternativa a la manufactura tradicional en muchos aspectos y aportar una gran cantidad de ventajas, se posiciona también como una vía de fabricación industrial mucho más sostenible y que puede generar un gran efecto en la forma en qué usamos nuestros recursos.
Desde la ingeniería industrial Ficep S3, desde hace un tiempo, vieron en esta forma de fabricación la alternativa perfecta para fabricar piezas de maquinaria industrial. Gracias a esta tecnología de impresión 3D industrial, esta startup de Vilassar de Dalt puede manufacturar las piezas que diseña sin tener que hacer uso de la fabricación masiva, produciendo en cada momento aquello que necesita, personalizándolo u optimizándolo en cada nueva tirada. Los beneficios de esta tecnología son tan extensos, que además de repercutir en un cambio radical del modelo de negocio de la ingeniería, le permiten ahorrar muchísimo en costes y conseguir un impacto positivo real para nuestro planeta. No solamente por las ventajas ambientales que conlleva este proceso de fabricación digital, sino también porqué gracias a este tipo de fabricación puede crear maquinaria industrial mucho más compacta y ligera, como la línea de pintura da VINCI, repercutiendo en una drástica reducción de su consumo.Pero, ¿cuáles son los principales puntos que hacen de esta tecnología un proceso mucho más sostenible que la manufactura tradicional?
Con la fabricación aditiva, Ficep S3 puede manufacturar las piezasque diseña sin tener
que hacer uso de la fabricación masiva.
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Reducción del consumo de energía
La impresión 3D, permite que el proceso, desde el diseño a la fabricación de pieza final pasando por prototipo, se efectúe en mucho menos tiempo que los métodos de fabricación tradicional. A menos tiempo de fabricación, mucha menos energía empleada.Máquinas con piezas impresas en 3D: máquinas que consumen mucho menosEmplear la manufactura aditiva para construir piezas finales de maquinaria es, entre otras cosas, una excelente manera de conseguir que máquinas industriales consuman menos energía. ¿Por qué? Muy simple, porque las piezas fabricadas digitalmente pesan mucho menos y este hecho implica que necesiten mucha menos energía para funcionar.
Reducción de las emisiones
Produciendo de manera local, es decir ahora ya no hace falta lanzar grandes producciones en países donde la manufactura es más económica. Ahora pueden fabricar de manera local, ya que los costes son los mismos, alterando de manera importante la tradicional cadena de suministro y, por tanto, ahorrando tiempo y recursos económicos en transporte. Y aún más importante: contribuyendo de manera muy significativa a la reducción de las emisiones.
La impresión 3D permite que el proceso, desde el diseño a la fabricación de pieza final
pasando por prototipo, se efectúe en mucho menos tiempo que los métodos
de fabricación tradicional.
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Reducción de los costes logísticos
Poder fabricar piezas digitalmente incide directamente en una reducción drástica de los costes de almacenaje y de logística. Ahora podemos disponer de un stock virtual y fabricar ‘al momento’ aquella pieza que necesitemos, solamente cuando lo necesitemos. Esto repercute en un ahorro no solamente de los costes de almacén, sino también toda la energía que consume la maquinaria e infraestructura de este tipo de espacios.Reciclaje y aprovechamiento de residuo.
Algunas tecnologías de fabricación aditiva, como el SLS o la MJF, permiten reciclar una importante parte del material que se ha usado durante el proceso de impresión. Es decir, rehusar el polvo sobrante del proceso de fabricación, de manera que hay un aprovechamiento real de un alto porcentaje del material usado, generando menos residuo.
A pesar de ello, la realidad es que del proceso de impresión 3D se sigue generando algo de residuo. En este sentido, Ficep S3 ha ideado una nueva alternativa, inventando un nuevo tipo de hormigón generado con los desechos del proceso de impresión y de posproceso, dando una nueva vida a los residuos y ofreciendo una alternativa real a la problemática de la industria cementera.
Algunas tecnologías de fabricación aditiva, como el SLS o la MJF, permiten reciclar una importante parte del material que se ha usado durante el proceso de impresión. Es decir, rehusar el polvo sobrante del proceso de fabricación, de manera que hay un aprovechamiento real de un alto porcentaje del material usado, generando menos residuo.
A pesar de ello, la realidad es que del proceso de impresión 3D se sigue generando algo de residuo. En este sentido, Ficep S3 ha ideado una nueva alternativa, inventando un nuevo tipo de hormigón generado con los desechos del proceso de impresión y de posproceso, dando una nueva vida a los residuos y ofreciendo una alternativa real a la problemática de la industria cementera.
Opciones de material sostenible
Generar materiales de fabricación sostenibles es uno de los retos de los ingenieros especializados en este terreno. La investigación para encontrar nuevos materiales, resistentes y con propiedades mecánicas de pieza final es una constante. No obstante, a día de hoy ya existen materiales fabricados a partir de materias primas renovables como el PA11, que se obtiene a partir del aceite de ricino vegetal e implica una reducción del impacto ambiental.
Fuente: Interempresas 10/10/2019
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