La futura fábrica digital de bloques de Ferrol es la gran apuesta del astillero español Navantia para incrementar su competitividad, ahorrar costes y reducir los plazos de entrega en un mercado internacional cada vez más exigente. El constructor naval invertirá más de 100 millones de euros en este nuevo taller que contará con las últimas tecnologías en fabricación y automatización de los procesos de trabajo.
Vista aérea del astillero de Navantia en Ferrol. Foto: Navantia
La fábrica supone un cambio de paradigma en el proceso de
fabricación. El jefe del programa F-110 de Navantia, Carlos
López Carregado, explica a Infodefensa.com las claves de
las futuras instalaciones en una reciente visita al astillero de Navantia en
Ferrol. A grandes rasgos, la idea es instalar una cadena de
producción similar a la de una planta de automóviles. Tradicionalmente, en la
construcción naval militar, detalla López, el bloque de un barco permanece
inmóvil en un punto del taller y los operarios especializados en distintas
áreas van dándole forma hasta que está listo.
El proceso será totalmente distinto en la planta
digital. El bloque irá moviéndose de una posición a la siguiente en la
cadena de montaje. Este cambio implica una serie de desafíos, el más importante
quizás es que la cadena logística debe ser perfecta para que cuando el
bloque llegue a una determinada posición el material necesario esté en tiempo y
forma y no se produzcan retrasos en todo el proceso.
El proyecto ya está en marcha. La Sociedad
Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha dado luz verde al
presupuesto y Navantia ha comprado el primer lote de equipos para la
fábrica, que están en fase de producción. El inicio de la obra del edificio
está pendiente de los últimos trámites de impacto ambiental en el Ministerio
de Defensa. La previsión, de acuerdo con el calendario actual, es que la
fábrica esté en servicio dentro de dos años, hacia finales de 2024.
Navantia aspira a ser el primer astillero en implantar este
proceso en la construcción de buques militares. Algunos astilleros
alemanes de construcción de cruceros ya trabajan de esta forma, sin embargo, en
el ámbito militar nadie lo tiene todavía. La fábrica de bloques es uno de los
proyectos impulsados por Navantia en el marco de la iniciativa Astillero
4.0 y está muy ligada al programa de la fragata F-110 de la Armada
española como sucede con el gemelo digital, otra de las apuestas de la
compañía para dar el salto a la digitalización.
¿Cómo será la fábrica?
La fábrica estará basada en el concepto de producción
nivelada. Las instalaciones contarán con una nueva línea de fabricación de
unidades abiertas (línea de paneles planos) donde el proceso tradicional de
soldadura por arco será sustituido por la tecnología láser para mejorar las
prestaciones.
El objetivo es ahorrar costes y plazos, así como disminuir
el número de averías. También permitirá reducir de forma significativa el
tiempo que hay que dedicar a ciertas tareas como las operaciones de
retrabajo. Las instalaciones, al igual que las futuras fragatas F-110,
tendrán un gemelo digital que, gracias a los sensores distribuidos por la
planta y los equipos, seguirá el estado de los sistemas, además de simular
procesos de fabricación y facilitar la toma de decisión sobre los
mismos en función de los datos con la aplicación de inteligencia
artificial.
En el área de fabricación, los sub-bloques irán
avanzado mediante el uso de unidades de transporte automatizadas con una
monitorización en tiempo real. En la línea de armamento, los AGV gracias a
sus sensores situarán los sub bloques en las estaciones de montaje de
forma autónoma. Mientras, robots para la soldadura y manipulación de
materiales colaborarán con los operarios en los trabajos. La
fábrica permitirá, según destaca Navantia, la gestión integral del diseño,
la fabricación, el mantenimiento y la logística mediante herramientas de
modelación, diseño 3D y simulación de procesos.
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