En Heidelberg, Alemania, se está construyendo un centro de datos que desafía la estética tradicional de instalaciones de este tipo. Su diseño, con su fachada ondulada y marquesinas que parecen envolver el edificio, da que hablar. Aún más sorprendente es la tecnología de construcción utilizada: la impresión 3D.
Este proyecto, liderado por Krausgruppe, crea las paredes del edificio a través de sucesivas capas de una mezcla especial de hormigón, mientras que los elementos horizontales, como el techo, se crean utilizando métodos convencionales. Una vez terminado en julio, el centro de datos de una sola planta se convertirá en el edificio impreso en 3D más grande de Europa, midiendo 54 metros de largo, 11 metros de ancho y 9 metros de alto.
La impresión 3D aporta muchos beneficios importantes. Además de permitir la creación de formas curvas y complejas, reduce significativamente los residuos generados durante la construcción y acelera el proceso. En el lugar de trabajo, sólo se necesitan dos trabajadores para operar la impresora, lo que elimina la necesidad de encofrados y simplifica el proceso de producción.
A pesar de los avances en la tecnología de impresión 3D en la industria de la construcción, aún quedan algunos desafíos. Uno es la falta de estándares preimpresos para evaluar la estabilidad de las estructuras, lo que dificulta demostrar la seguridad de dichos edificios a las autoridades. Para mejorar la estabilidad del centro de datos de Heidelberg, se decidió combinar la impresión 3D con métodos de construcción tradicionales.
El potencial de la impresión 3D es particularmente prometedor en las zonas rurales, donde hay menos necesidad de edificios de gran altura y piezas prefabricadas. Sin embargo, el uso de esta tecnología en el hormigón genera preocupaciones ambientales debido a las importantes emisiones de carbono asociadas con el proceso de fabricación. A pesar de los esfuerzos por utilizar alternativas bajas en carbono, como la arcilla, la durabilidad y resistencia del hormigón todavía lo convierten en una opción predilecta en este sector.
Para este centro de datos, se utilizó una mezcla de hormigón suministrada por Heidelberg Materials para emitir un 55% menos de CO2 que el cemento convencional, lo que representa un paso importante para reducir el impacto ambiental de estos proyectos.
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