La tecnología 3D no deja de crecer a pasos agigantados y sorprendernos. Es capaz de crear cualquier objeto, una casa entera, y ahora viene Ford y nos muestra su nuevo uso del 3D estampado. Se trata de un camuflaje 3D de “ladrillos”, basado en las populares ilusiones ópticas que inundan las redes sociales, pues Ford ha decidido que sus coches de pruebas irán camuflados mediante este método. Utilizando interminables espirales, complejos estampados y alocados garabatos, intentan evitar el espionaje industrial y la revelación de sus nuevos modelos. Para guardar el secreto de los futuros coches, evitar la copia de la competencia y ante todo, pillar por sorpresa a los clientes, esta marca de coches protege la línea de sus autos mediante la tecnología 3D, con la colocación aleatoria de cilindros blancos, grises y negros consigue un diseño caótico e imposible de percibir y reconocer para nuestra vista, una forma con la que no podremos conocer la verdadera forma del vehículo.
Cualquiera de nosotros podemos cruzarnos con coches en pruebas de diversas marcas por nuestras carreteras, coches que antes de salir al mercado son probados y a los cuales se les corrigen los errores, pero, a partir de ahora cruzarse con un Ford en pruebas será distinto, en estos vehículos nuestros ojos no podrán definir una forma o una profundidad, y nos engañarán con una ilusión óptica.
Mediante la colocación de adhesivos creados para dar una impresión en tres dimensiones, tendremos dificultades para descubrir los detalles de los nuevos coches de Ford, tanto en directo como en fotografías.
Antes de sacar al mercado un nuevo modelo de coche, las primeras unidades tienen que pasar un riguroso proceso de desarrollo y ser probados primero en circuitos, y luego en carreteras públicas. Pero en cualquiera de estos sitios los curiosos pueden fotografiar y copiar ideas de estos vehículos, para evitar esto, se trabaja durante al menos dos meses para la creación del camuflaje de cada unidad. Se trata de la impresión de unos vinilos de grosor inferior al de un cabello humano que conseguirán que no veamos el coche, pero si jugarán con nuestra habilidad para medir las profundidades, las sombras y nos harán casi imposible diferenciar las características y detalles del coche.
El ingeniero de Ford que se encarga de los prototipos de vehículos, Marco Porceddu, explica que trabaja en la dirección correcta, que sus vinilos son capaces de crear ilusiones ópticas, pero ahora quiere engañar al cerebro, crear un diseño más caótico con el efecto 3D, y a la vez, ser capaz de imprimir sobre vinilos que sean capaces de soportar temperaturas extremas, para ser probados en cualquier país, y dependiendo del entorno, crear mediante el efecto 3D, el perfecto camuflaje para los coches de Ford.
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