Audi ha desarrollado un nuevo
sistema de fabricación por módulos, utilizando los medios tecnológicos más
avanzados hasta el momento, como es el uso de drones y robots biónicos. La idea
consiste en que cada vehículo acuda al módulo correspondiente para su ensamblaje,
donde se le instalarán las piezas correspondientes en función de la versión y
nivel de acabado.
Por su sede central en Ingolstadt
volaran drones para transportar algunas piezas del automóvil y encontraremos
robots muy avanzados que colocaran las piezas en el coche con delicadeza y
precisión. Audi quiere dar un golpe sobre la mesa con su nuevo sistema con el
que pretende conseguir reducir los tiempos de espera y la ocupación ineficiente
de espacio.
El funcionamiento es sencillo, los
sistemas de transporte sin conductor se encargan del traslado de las
carrocerías de automóviles, así como las piezas necesarias para su producción.
Un ordenador central controla con precisión estos sistemas de transporte
autónomos, de manera que reconoce las necesidades de cada estación individual,
garantizando así que el flujo de trabajo que lleve a cada departamento no sea
excesivo y paralice la producción. Entre los avances integrados en esta fábrica destaca el módulo que transporta de forma autónoma los vehículos de una planta a otra, denominado "Paula".
Este nuevo sistema marca un punto y aparte en la historia, la línea de montaje de Henry Ford deja paso a las fábricas autónomas de Audi, consiguiendo así una mejor respuesta a las nuevas necesidades del mercado y expectativas de los clientes que exigen cada vez tecnologías innovadoras y diferentes versiones de vehículos.
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