La robótica desempeña un papel determinante en la nueva economía más digital y tecnológica que está en marcha y no hay que irse hasta EEUU o Asia para encontrar los últimos avances en esta materia. Están aquí, en España, un país con una potente industria de diseño de semiconductores con empresas con un potencial tan prometedor como Acceleration Robotics. La startup vasca de diseño de semiconductores ha vuelto a demostrar que está decidida a aportar su granito de arena a este apasionante proceso de transformación, con el foco muy centrado en las comunicaciones de la robótica, "el cuello de botella" para la eclosión del sector.
Si hace poco más de un año irrumpía en el mercado su
ROBOTCORE®, un cerebro robótico con apenas dos kilos de peso "cuatro veces
más potente que los autopilotos de Tesla", la compañía ubicada en Vitoria
logra un nuevo hito en el campo de los chips especializados con ROBOTCORE®
Robot Operating System (ROS 2), un acelerador para la comunicación entre robots
que permite a estas máquinas 'hablar' entre ellas en microsegundos -mil veces
más rápido que una neurona- y con un coste energético comparable al de una neurona.
Este avance tecnológico imprime un salto cualitativo en sectores como la sanidad o la manufactura -con miles o incluso millones de comunicaciones cada segundo- donde alcanzar una mayor rapidez con el menor coste energético es crítico para obtener un máximo rendimiento y eficacia en campos como las operaciones quirúrgicas mediante brazos robóticos o la automatización de procesos en la Industria 4.0.
Comunicaciones: cuello de botella de la robótica
Las implementaciones más modernas de ROS (ROS 2), que se basan en el Servicio de distribución de datos (DDS) operan dentro de márgenes de latencia similares en promedio; sin embargo, estos sistemas a menudo no logran mantener comunicaciones isócronas y adherirse a perfiles de energía comparables.
El enfoque predominante en la industria para satisfacer las demandas en tiempo real implica un ajuste intensivo, empírico y gradual de los sistemas. Esta estrategia de CPU, si bien es común en marcos robóticos ampliamente utilizados como ROS, resulta insostenible y difícil de escalar en la industria, especialmente dada la naturaleza en tiempo real de los sistemas robóticos. Cada vez son más los usuarios en robótica que se quejan de que "Las comunicaciones no funcionan bien, que son el cuello de botella".
En este contexto, abordar las complejidades y demandas en
tiempo real de la robótica moderna mediante la incorporación de funcionalidades
de ROS 2 en chips de hardware especializados es el nicho de mercado
especializado de esta nueva propuesta de la startup vasca.
"Nuestro diseño de chip prototipado con una FPGA logra
mejoras excepcionales en las comunicaciones de red, ofreciendo una transmisión
de mensajes miles de veces más rápida y una eficiencia energética más de 500
veces mejor en comparación con las implementaciones de ROS 2 basadas en CPU
convencionales", incide el fundador.
Los efectos sobre un brazo robótico en operaciones de cirugía o en una cadena de producción en una industria son obvios. "Si con la automatización de una fábrica una unidad se fabrica en nueve segundos, y gracias a nuestros chips especializados, logramos que se reduzca a seis o cinco segundos, y, además, se consigue de forma más sostenible, el beneficio es incuestionable".
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