viernes, 3 de mayo de 2013

M2M . "PAGO COMO CONDUZCO"



Machine to Machine


El concepto M2M (Machine to Machine) engloba una serie de tecnologías que se utilizan en el proceso  de intercambio de información entre dos máquinas remotas, ya sea mediante redes fijas o móviles, y sin intervención humana.

Se prevé que en el año 2014 el 70% de los dispositivos electrónicos de consumo estarán conectados a Internet. Su uso no está asociado con una persona particular y, además, estos tendrán la capacidad de conectarse a múltiples redes y a través de múltiples tecnologías (3G, 4G, WiFi, televisión vía satélite, etc.).  En el año 2020 habrá más de 50 billones de dispositivos conectados  a Internet.

En este contexto de sobreabundancia de información, Telefónica I+D está desarrollando nuevas plataformas para recoger y gestionar la gran cantidad de información que origina el uso del M2M. Entre sus objetivos está ofrecer nuevas fuentes de información a los usuarios, transformar los flujos de datos disponibles de las ciudades inteligentes en información viable y habilitar el procesamiento masivo de datos de manera flexible y escalable para mejorar el control de los mismos.


"PAGO COMO CONDUZCO"

Una de las apuestas actuales de Telefónica I+D , junto con la compañía de seguros Generali, es el producto “Pago como conduzco”.
Éste producto  es un seguro de Generali que tiene como socio estratégico y tecnológico a Telefónica. La división M2M de la teleco – que asegura que “el internet de las cosas” en el que todo estará conectado es la siguiente “gran ola tecnológica” – es quien ha implementado el módulo que se añade al coche: una caja dotada de A-GPS (Assisted GPS: sistema pensado básicamente, para reducir el tiempo de inicialización del GPS), acelerómetro y GPRS que monitoriza no sólo dónde estamos y a qué velocidad, sino también si nuestra conducción es agresiva, con frenazos y acelerones.

Cada minuto el dispositivo emite información de velocidad y posición que es almacenada. Si surge un “evento” importante (léase un frenazo), no se espera el minuto sino que se hace inmediatamente porque puede ser sinónimo de alerta por accidente. El coste de la conexión va incluido en el precio del seguro y se articula desde una infraestructura diferente a la de las llamadas y los datos de móvil habituales. Tampoco hace falta ser cliente de Movistar ni crear ningún contrato nuevo con ellos.



Con la localización y la velocidad también pueden obtener dos datos importantes, como son si cumplimos con los límites de velocidad de cada zona y si nuestra conducción es nocturna o diurna. Con todo ello se configura un perfil que determina el precio del seguro cada mes. Si provocamos muchos “eventos” como llaman a estas situaciones (saltarse un límite de velocidad o un gran frenazo por ejemplo), el precio del seguro aumentará, pero  si nos mantenemos prudentes y cumplimos las normas, conducimos de día y en zonas urbanas, esto hará que la cuota decrezca.

En su comercialización parten de una estimación que hace el propio usuario y le aplican el 50% de entrada. A partir de ahí, se calcula cada mes, aunque aseguran que será bastante previsible si somos el tipo de público que esperan encontrar.

Pero… ¿qué pasa con toda esta información tan sensible que se almacena?  Ambas empresas han insistido mucho en el tema de protección de datos y privacidad. Quien almacena toda la información es Telefónica, mientras que Generali sólo accede a datos agregados tipo “número de eventos al mes” para calcular el precio.

Ambas compañías han asegurado también que la información no se cruzará con ninguna otra base de datos.
La información guardada tiene un tratamiento análogo al de nuestro uso de telefonía móvil. Las operadoras saben dónde estamos en cada momento usando el móvil, gracias a una buena aproximación a través de la antena a la que nos conectamos. Esa información junto a la de nuestras llamadas está a disposición de los jueces si así se lo requieren pero en otros casos, permanece privada.

A eso hay que sumar ventajas que puede otorgar tener un coche conectado. Si el dispositivo detecta que hemos tenido un choque importante comienza un proceso por el que nos llaman por teléfono y en algún caso (frenazo muy fuerte y no contestación) se avisa al 112 con la localización del presunto siniestro. Adicionalmente tenemos funcionalidades triviales pero que nos pueden sacar de un apuro, como es la localización exacta en caso de que nos quedemos tirados o no nos acordemos donde lo dejamos aparcados.



A todo ello podemos acceder a través de la aplicación en el móvil (Android, iOs) y de la web, con lo que además tendremos la información de todos nuestros trayectos y de nuestro patrón aproximado de conducción.

Hasta ahora todo parecen ventajas, pero este tipo de seguros presenta un gran desafío: ¿qué pasará si este tipo de seguros se impone en el mercado? ¿Empezará a ser sospechoso aquél que no quiera compartir cómo y a dónde conduce con la teleco y la aseguradora? ¿Acabarán forzando a pasarse a esta modalidad por la vía de que el seguro normal aumentará exponencialmente de precios al quedar en ellos los conductores más imprudentes?




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