En el Hospital Gregorio Marañón , desde el Servivio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, compraron una impresora doméstica y se pusieron manos a la obra. Ahora disponen de tres en el hospital y han desarrollado un proyecto novedoso en España.
Los huesos de colores que obtienen en la impresora, reproducen las lesiones a las que se tienen que enfrentar cada día en el quirófano: fracturas, tumores y malformaciones. Los utilizan como mapa con el que guiarse en la oscuridad del cuerpo humano. En la mesa de operaciones los huesos no se ven tan claros. Allí están cubiertos de músculos, sangre y vasos sanguíneos.
Con esta pelvis, se puede planificar con precisión la intervención. Le sirve como referencia para construir días antes las placas de aleación que implantarán en el paciente. Antes de la existencia de estas réplicas, las láminas se fabricaban con el enfermo abierto en la mesa de operaciones. Gracias a esto, están menos tiempo en quirófano, hay menos riesgo de infección y el paciente pasa menos tiempo anestesiado.
Las réplicas y demás herramientas que usan en el quirófano están hechas de PLA (ácido poliláctico), un material biodegradable que se usa desde años para suturas quirúrgicas. Los huesos que imprimen jamás se implantan en el paciente, pero como a veces están en contacto con él los fabrican con material no tóxico y los esterilizan. Son tan llamativas que algunos pacientes se llevan las reproducciones a casa, para recordar cómo era su lesión.
Para fabricar los huesos calcados a los del paciente parten de los datos de una tomografía axial computerizada (TAC). Esa información la transforman en datos comprensibles por la impresora con la ayuda de un ingeniero. Se han aliado con la empresa española de tecnología BQ.
https://youtu.be/pjoCnhOo6IE
http://www.elmundo.es/papel/historias/2015/12/14/566eb9bde2704ef84e8b47b6.html
Hacer prótesis para niños es otra de esas ideas geniales, los niños crecen muy rápido y hay que reemplazar las prótesis con frecuencia. Si imprimes una prótesis por módulos es más barata. Sus creadores forman parte de la iniciativa "Enabling the Future", un colectivo que se conoció en la red, formado por ingenieros, terapeutas ocupacionales, ortoprotésicos, diseñadores y amantes de la impresión en 3D. Suben a la nube con licencia "Creative commons" diseños cedidos por ingenieros de todo el mundo. Aquél que quiera se los puede descargar e imprimir su mano mecánica en su aparato casero. La mayoría son diseños para chavales a los que les faltan los dedos, pero tienen muñeca y palma.
Estas imágenes son en dos dimensiones, como láminas del órgano.
Otras aplicaciones revolucionarias como implantar prótesis de material vivo hechas con impresoras 3D se gestan en los cerebros de científicos de todo el mundo. En la Universidad de Cornell (EEUU) han dado el primer paso firme para crear orejas bioartificiales. Las han escaneado y creado una réplica de colágeno con la impresora. Al molde le inyectaron células de cartílago de cola de rata y de oreja de vaca. Luego crearon un entorno adecuado para que estas células se reprodujeran y formaran una estructura estable que se pudiera coser al paciente. Por el momento, las han colocado en lomos de ratas y han concluido su desarrollo perfectamente. El siguiente paso es hacer las de células humanas para que sean trasplantables.
Las impresoras 3D han llegado a los quirófanos para quedarse. Los científicos trabajan en el siguiente gran paso: la impresión de órganos humanos para trasplantar. Es posible que en unas décadas dispongamos de órganos a la carta con sólo pulsar el botón de print.
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