Cámaras digitales, escáneres médicos y otras tecnologías de captación de imágenes han avanzado considerablemente durante la última década. Continuando con este ritmo de innovación, un equipo austríaco de investigación ha desarrollado una forma totalmente nueva de capturar imágenes, basándose en las singulares propiedades de una lámina plana, flexible, transparente y barata, hecha con un polímero especial.
El nuevo y singular sensor de imágenes, el cual podría llegar a tener un costo tan bajo como para podérsele utilizar en aplicaciones de usar y tirar, se asemeja a una hoja de plástico flexible común, utiliza partículas fluorescentes para capturar la luz entrante y canaliza una porción de ella hacia una serie de sensores. Sin ningún componente electrónico o interno propiamente dichos, el diseño del dispositivo también es, hasta donde saben sus creadores, el primer sensor de imagen totalmente transparente, flexible, y sin microestructuras integradas (como por ejemplo circuitos), que se presenta públicamente.
Además, se puede fabricar en muy variados tamaños.
El sensor se basa en una película de un polímero, que ejerce de concentrador luminiscente, y que incorpora pequeñas partículas fluorescentes que absorben luz de una longitud de onda muy específica (luz azul por ejemplo) y luego la reemiten en una longitud de onda más larga (luz verde por ejemplo). Parte de la luz fluorescente reemitida se dispersa fuera del sensor de imágenes, pero una porción de ella viaja por el interior de la película hasta los bordes exteriores, donde matrices de sensores ópticos capturan la luz. Un ordenador combina luego las señales para generar una imagen en blanco y negro (escala de grises).
La principal aplicación que el equipo de Oliver Bimber, de la Universidad Johannes Kepler en Linz, Austria, le ve a su nueva tecnología, está en innovadoras interfaces de usuario, transparentes, y que no requieren ser tocadas por el usuario. Estas interfaces podrían ser colocadas perfectamente ante la pantalla de un televisor o de otros dispositivos de visualización.
Eso daría a los usuarios de ordenador o de consola de videojuegos un control total sobre el aparato sin tener que hacer otra cosa más que gesticular, y sin necesidad de cámaras ni de sensores externos de seguimiento de movimiento, y, por supuesto, sin tener que tocar físicamente la película como sí lo requiere actualmente una pantalla táctil. La hoja de polímero también podría ser empleada como envoltorio para objetos, dotándolos así de capacidades de sensor. Puesto que el material es transparente, también es posible utilizar varias capas con sensibilidad a diferentes longitudes de onda, para capturar imágenes en color.
Los investigadores también están considerando instalar su nuevo sensor delante de un sensor convencional CCD de alta resolución. Esto permitiría la grabación de dos imágenes al mismo tiempo en dos exposiciones diferentes. La combinación de ambas, según el equipo de Bimber, daría una imagen de alta resolución con menos regiones sobreexpuestas o subexpuestas si la escena captada presenta un fuerte contraste. Bimber también subraya que la hoja de polímero en sí misma es bastante barata, y por lo tanto podría llegar a ser un producto de usar y tirar.
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