La fabricación se reinventa en la era del Internet de las cosas
Poder
fabricar un sofá que sea capaz de mandar automáticamente un mensaje a Twitter
cuando nos sentemos en él, crear los juguetes de nuestros niños o cualquier
tipo de objeto como una cucharilla de café. Hasta ahora estas tres cosas, por
poner un ejemplo, serían algo impensable de realizar desde nuestra propia
pequeña empresa o incluso desde nuestro hogar. No obstante, la tecnología
avanza tan rápido que ya es una realidad para algunas startups y, quizás dentro de tres
o cuatro años, no mucho más, llegue también a nuestras casas.
Hablamos en definitiva de la posibilidad de fabricar objetos nosotros
mismos y de dotarles de inteligencia y conexión como parte de la ola llamada el
Internet
de las cosas, una tendencia que ha llegado para quedarse.
Al menos en ello confían desde el Laboratorio
de Internet de las cosas que tiene Telefónica
I+D en Madrid, que ha abierto por unas horas sus puertas a
algunos periodistas para explicarles sus avances en este ámbito y los
principales proyectos en los que están trabajando.
Nuevas formas de construir objetos
Como explica Salvador Pérez, gerente
de Divulgación Tecnológica de Telefónica I+D, ”hemos identificado una nueva tendencia: la
reinvención de la fabricación“. Esta tendencia que tiene dos
connotaciones, según el experto. Por un lado, la
digitalización de la producción, es decir, la evolución que se
está dando hacia una nueva forma de fabricar que conlleva la intensificación
del uso de la robótica y los procesos digitales, “algo que agiliza enormemente
la producción y que está haciendo que países que antes fabricaban y que luego
externalizaron el proceso, como los Estados Unidos, vuelvan a abordar esta
actividad”. Y, por otro lado, la popularización
de tecnologías que antes existían pero que ahora, gracias a su evolución, pueden
usar más gente. “Antes, por ejemplo, era impensable que nadie
pudiera fabricar algo en su casa, ya que era imposible tener una fresadora
–explica Pérez–, pero en la actualidad hay máquinas relativamente baratas que
permiten fabricar desde el hogar, como las impresoras
3D“.
¿Qué permitirá esta revolución? A las startups les brindará la posibilidad de hacer un
prototipado rápido de productos, “de hecho ya estamos
trabajando con varias startups
de Wayra en este aspecto”, indica Pérez. Gracias a
ello este tipo de empresas podrán hacer hardware, algo antes
complejo por su elevado coste. En cuanto al
usuario final, éste podrá fabricar sus propios productos de forma más
generalizada en un plazo de tres o cuatro años, “en función del
precio y la facilidad de uso de las máquinas, ya que no es lo mismo usar un
programa ofimático que uno de diseño”, afirma el directivo.
Lo que parece claro es el llamado
hardware abierto (open hardware)
impulsado también por la aceptación que está teniendo Arduino, una plataforma
para hacer prototipos electrónicos de código abierto (le llaman el Linux del open hardware), irá creciendo
exponencialmente, como ya lo muestra la profusión que están teniendo las ferias
de fabricación.
El nuevo garaje de Telefónica I+D
En cuanto al Laboratorio de Internet
de las Cosas de Telefónica I+D, llamado por sus responsables “el nuevo garaje”,
éste, ideado hace tres o cuatro años, nació finalmente hace dos para poner en
marcha el nuevo modelo de innovación que defiende la compañía, basado en tres
etapas, según explica Xavier Capellades, responsable de Innovación y
Emprendimiento en Telefónica Digital: “La primera es captar las tendencias del
mercado, la segunda seleccionar aquellas en las que queremos ser protagonistas
y la última es convertirlas en tendencias reales para clientes también reales”.
De este esfuerzo han surgido
soluciones como Thinking things, una plataforma que permite monitorizar el Internet
de las cosas de forma sencilla y que se presentó en el Mobile World Congress.
Pero no solo: impresoras 3D que permiten crear
objetos como cucharillas de café o logotipos, alfombras conectadas
de modo que, aunque estén en diferentes casas, cuando un usuario pise una en
una casa se ilumine la otra ubicada en otro hogar, sillones que mandan tuits de forma automática
cuando nos sentamos en ellos… Todos estos son prototipos
que pueden verse en este ‘garaje’ y que nos abren una ventana a cómo será
nuestra vida dentro de no tanto tiempo… Y no, ya no es cosa de películas de
ciencia ficción.
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