El proyecto precursor
1. El entorno económico y
social
Uno
de los problemas que ha sostenido por mucho tiempo el pequeño productor del
secano costero, es la baja o nula rentabilidad de los cultivos tradicionales,
lo que en ocasiones se convierte en un incentivo para que venda su tierra; con
ello se produce desarraigo, especialmente de las nuevas generaciones, quienes
emigran a las ciudades a engrosar los cinturones marginales de pobreza, con una
calidad de vida bastante menor en la mayoría de los casos.
Otro problema que se vive en la zona del proyecto es la falta de
industrias, aún cuando existen grandes áreas dedicadas a la agricultura y a las
plantaciones forestales. En la zona rural que rodea al balneario de Pichilemu
sólo existen pequeños bancos aserraderos que no logran absorber la mano de obra
existente en la zona. Los sectores aledaños al proyecto son Quebrada del Nuevo
Reino, Ciruelos, Cahuil, Pueblo de Viudas y el balneario de Pichilemu, sectores
que acogen cualquier iniciativa que implique una fuente de trabajo, aún cuando
sea pequeña.
Diversos factores como: la problemática económica productiva de las
familias; los bajos rendimientos y precios de los cultivos tradicionales; la
escasa diversidad productiva; las prácticas agronómicas migratorias, con ciclo
de roce, quema, aradura y barbecho descubierto; la explotación intensa, y el
posterior abandono de las tierras por la baja productividad, generan un
circuito de disminución de los ingresos familiares y, por tanto, menores
oportunidades de mejora económica.
El proyecto se inserta en este contexto, como una alternativa de
reconversión que pueda ser imitada por otros medianos y pequeños productores
tradicionales, cuya mayor experiencia de aprendizaje se verifica al constatar
que otros son capaces de hacer lo que se plantea.
2. El
proyecto
Su
objetivo principal fue establecer un proceso productivo integrado de producción
y elaboración de aceite de oliva extra virgen y generar fertilizante del orujo
de la aceituna procesada, que sirviera de ejemplo para incentivar la
olivicultura como reconversión de la producción de la tierra del pequeño
propietario del secano costero de la VI Región de O'Higgins, provincias del
Cardenal Caro y Colchagua. El proyecto fue ejecutado entre diciembre de 2000 y
noviembre de 2004.
Los objetivos específicos fueron:
•
lntroducir un proceso
productivo integrado desde la plantación de olivos hasta la comercialización de
aceite extra virgen, asociado a una unidad productiva de escala pequeña
replicable con el fin de incentivar a otros pequeños propietarios.
•
lncorporar una pequeña
planta compacta de bajo costo y tecnología de última generación, en el proceso
de elaboración de aceite extra virgen de alto valor agregado.
• Usar metodologías científicas y empíricas para producir aceite extra
virgen de alta calidad y alto valor agregado.
•
Producir un
fertilizante de bajo costo aprovechando el orujo que resulta del proceso de
extracción de aceite.
•
Dar a conocer a
agricultores de la zona esta nueva alternativa productiva, sus metodologías y
resultados.
2.1 Resultados
generales
El proyecto cumplió con todos los objetivos propuestos y se constituyó
en una unidad replicable que tuvo impacto en la zona. Aunque el foco del
impacto estaba orientado a pequeños y medianos agricultores, el mayor impacto
se verificó en productores mayores, quienes vieron en esta experiencia un
aprendizaje valioso para instalarse en esa zona. Como resultado, hoy existen
cerca de 900 ha plantadas en la Comuna de Cardenal Caro y 1.000 en Colchagua.
El proyecto introdujo un proceso productivo integrado, desde la
plantación de los huertos hasta la comercialización y el aceite producido es de
excelente calidad. La fábrica y la metodología empleada tienen capacidad para
producir aceite de oliva extra virgen que ha seguido todos los pasos para optar
a la certificación orgánica, no obstante, a la fecha de elaboración del
presente documento los ejecutores señalaron que aún no se justificaba pagar por
tal certificación.
Al finalizar el proyecto se contó con 10 ha de huertos de
olivos, plantadas en diferentes etapas durante el desarrollo del proyecto. Para
la elaboración de aceite se contó con aceitunas propias y adquiridas a través
de diferentes convenios como maquila, compra u otros y se utilizó una máquina
capaz de procesar 50 kg/h.
La planta que resultó del proyecto consiste en una estructura de
50 m2[1]
más área de acopio, con pisos y paredes lavables, baño para el operador y su
respectivo vestidor. A junio de 2009 los permisos sanitarios se encuentran en
trámite (ingresados los proyectos sanitarios) en los servicios
correspondientes.
La maquinaria de la marca OLIOMIO, es capaz de procesar 50 kg de
olivas por hora, y el aceite que se obtiene es excelente si se procede en forma
correcta durante los pasos previos a la extracción.
También se estableció un laboratorio de análisis básico y la
capacitación para efectuar análisis en terreno, con la finalidad de corregir
posibles defectos que puedan detectarse durante el proceso.
Inicialmente se consideró el uso del orujo obtenido para mezclarlo con
el composta y ser utilizado como fertilizante; sin embargo, este uso se
considera como una externalidad ya que no hay información científica concreta
que establezca el valor efectivo de su uso como complemento o suplemento en la
fertilización de olivos.
Desde la temporada 2003 se comenzaron a formar canales de
comercialización que han permanecido estables en el tiempo, que están
fundamentalmente referidos a ventas directas a domicilio y también en los
balnearios cercanos y a intermediarios.
2.2 Resultados técnico económicos
Durante la temporada 2004, es decir, al tercer año del proyecto, se
procesaron 1.184 kg de olivas, con un rendimiento en aceite de 12,50%.
El año 2003 se obtuvo por concepto de ventas $ 422.214, con un margen
de comercialización de 28,69% y durante el período 2004 estas cifras fueron de
$ 1.081.845 y 47,15%, respectivamente.
En la actualidad las ventas continúan y han sido similares a las que
el proyecto económico original establecía.
2.3 Impactos del proyecto precursor
El mayor impacto se refiere a la introducción del proceso productivo
olivícola que demuestra la factibilidad de producir aceite de oliva extra
virgen en un módulo pequeño, y que cuenta con la verticalidad del proceso,
desde la plantación de 10 hectáreas con manejo orgánico, hasta la
comercialización del producto.
Anteriormente no existía la posibilidad de crear un módulo de bajo
costo para los pequeños olivicultores. La tecnología de la planta de pequeña
escala de extracción se constituye en un elemento de alto impacto innovador per
se, aunque la mayor innovación se verifica en la capacidad de instalar y hacer
realidad esta experiencia en el contexto de medianos agricultores.
La difusión realizada permitió incentivar a otros pequeños
propietarios como alternativa de reconversión, aunque se obtuvo una mayor
respuesta por parte de productores de mayor tamaño que los agricultores
objetivo originales.
3. Los productores del proyecto hoy
De la entrevista con la señora Magaly Calderón, coejecutora del
proyecto y actual encargada de la empresa Altagracia, se desprende
que el proyecto ha sido exitoso y sus desafíos actuales tienen que ver con
mejorar la comercialización de su producto. Para ello se ha abocado a buscar
nuevos canales de comercialización, como "Comercio Justo" que
presenta buenas expectativas, dado su perfil de empresa pequeña, a diferencia
de otras más grandes que no pueden acceder a este canal de ventas. Esto les ha
permitido incursionar en la exportación de aceite a Alemania.
Según señala la ejecutora, algunos productores de la zona no han sido
capaces de vencer sus propias resistencias fundadas en aspectos culturales y
en la edad de las familias (envejecidas); además, la dificultad de acceso al
crédito hace que esta iniciativa aún no haya sido replicada. En opinión de la
entrevistada, si bien es cierto la inversión no es baja, actualmente prima
problema de actitud y de expectativas, ya que los tiempos de desarrollo de un
proyecto de esta naturaleza son muy superiores a los que están acostumbrados
los campesinos con las rotaciones anuales.
Como situación completamente contraria a lo señalado, en la zona
aledaña a sus terrenos se han instalado grandes proyectos olivícolas, lo cual
ha producido un importante desarrollo en la zona para esta actividad, aunque en
manos de empresarios que no requieren mayor apoyo.
Señala también que su proyecto se ha visto dificultado por no contar,
en uno de los predios, con electricidad que le permita abastecer de energía al
sistema de riego que ella quisiera implementar para regar todas las hectáreas
en producción. La experiencia indica que esta iniciativa sin riego es inviable.
Además, esta empresa ha
seguido buscando nuevos usos a su producción y valor agregado y han
experimentado con jabones y cremas y, últimamente, han incursionado en líneas
de productos con saborizantes naturales: merquén, romero, ajo y otros.
Los precios que
actualmente obtienen son: $ 3.000 la botella de 500 cc y $ 24.500 el bidón de 5
litros (más IVA). Los aceites saborizados los venden a $ 2.700 la botella de
250 cc (más IVA).
Esta empresa actualmente se encuentra enfocada en conseguir el fomento
otorgado por la Comisión Nacional de Riego para regar la totalidad de sus
terrenos, lo cual ha sido difícil, dado que su explotación es de dimensiones
reducidas
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