Solamente la inteligencia artificial provocará un incremento adicional del PIB mundial en 2030 de 15.700 millones de dólares adicionales, 6,6 millones (el 42%) se generarán como consecuencia del incremento de la productividad y 9,1 millones por los efectos en el consumo.
La economía mundial sera un 14% mayor en 2030 como consecuencia de los efectos de la inteligencia artificial.
A nivel mundial, Japón y Alemania están a la cabeza de la robotización. La eclosión de los procesos de automatización y digitalización en sus sistemas productivos no sólo les ha otorgado un ritmo de aceleración adicional a sus economías. La turboalimentación que los robots han logrado añadir a sus tareas de producción les ha granjeado nuevos puestos de trabajo, ha espoleado el sector exterior de ambos países, lo que les concede un estatus aún más hegemónico como potencias exportadoras.
Las dos potencias lideran la robotización, la cuarta revolución industrial. Hasta tan punto, que sus robots han empezado a minimizar su impacto sobre el empleo.
Varios estudios recientes pasan revista a los efectos beneficiosos de la robotización productiva. Uno de ellos lo firma la agencia de calificación Moody´s, que ve en el motor económico europeo y en la economía más industrializada de Asia como los alumnos más aventajados en la revolución de los robots.
En ambos casos- dicen sus expertos- la automoción ha sido la pionera industrial, aunque el proceso se ha extendido de tal manera que ha logrado crear un sector propio, el de la tecnología robótica, que podría modificar las rentas familiares si, por ejemplo, como de hecho ya está sucediendo, la automatización digital llega a hogares para producir energía individual.
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