La invasión de los robots por fin llegó, al menos en el mundo empresarial estadounidense. Google y Amazon están acaparando titulares con noticias vinculadas a la robótica, mientras que Microsoft y varias otras compañías tecnológicas están construyendo robots en sus laboratorios.
¿Por qué? Los robots están destinados a ser las "vacas lecheras" del futuro, la "gallina de los huevos de oro".
"Es una industria de billones de dólares que todos tienen frente a ellos", dijo el principal investigador científico en el Instituto de Robótica de Carnegie Mellon, David Bourne.
Las grandes empresas tecnológicas están a punto de abrir las compuertas de la industria de la robótica, de acuerdo con Bourne. Si comparamos la industria de la robótica con el auge de las computadoras, él cree que aún estamos en 1980. No ha llegado aún 1984, cuando Macintosh hizo que las computadoras fueran algo convencional, pero los avances de la robótica se dirigen rápidamente en esa dirección.
Amazon atrajo los reflectores a principios de este mes tras anunciar el concepto de Amazon Prime Air, que utilizaría aviones no tripulados (drones) para entregar artículos a los clientes en 30 minutos.
Apenas la semana pasada Google compró Boston Dynamics, una empresa que trabaja en estrecha colaboración con la milicia estadounidense y es conocida por diseñar veloces robots zoomorfos. Es solo una de las ocho empresas de robótica que la firma que lidera Larry Page ha adquirido en los últimos seis meses, como parte de un plan más amplio en ese campo dirigido por el exjefe de Android, Andy Rubin. Y el más famoso proyecto de robótica de esta compañía es su automóvil sin conductor.
Los robots están comenzando a abrirse camino en las grandes empresas: desde la manufactura y la agricultura hasta el teletrabajo, máquinas quirúrgicas y drones que combaten los incendios forestales. Los expertos dicen que hay docenas de otros proyectos de robótica de los que aún no hemos oído hablar.
"Te aseguro que todos están mirando muy atentamente (al uso de robots), pero no necesariamente están anunciando sus planes", afirma el editor de la publicación de la industria The Business of Robotics, Mike Davin. "En uno o dos años, sin embargo, habrá mucho que añadir a la historia de la robótica corporativa".
ROBOTS A LA INDUSTRIA.
Las corporaciones estadounidenses están invirtiendo tan fuertemente en los robots porque son baratos y realizan funciones que los seres humanos no pueden o no quieren hacer. Si los robots de búsqueda y rescate demuestran que pueden salvar miles de vidas cada año, puedes apostar a que se convertirá en un gran negocio.
"En el nivel más básico, el atractivo es obvio: los robots trabajan por 30 centavos la hora, 24/7, sin pausas para comer", apunta Tom Green, editor jefe de The Robotics Business Review. "Puedes apagar las luces y todavía seguirán trabajando, y pedirles tareas que serían imposibles para los seres humanos".
Los robots han realizado ese tipo de tareas difíciles o humanamente imposibles durante décadas, en los grandes fabricantes como las automotrices, pero los expertos dicen que una confluencia de factores ha impulsado la entrada de los robots en nuevos sectores.
La razón más clara: la tecnología es por fin lo bastante sofisticada -y asequible- para que las empresas consideren el uso de la robótica de una manera relativamente simple y rentable.
Davin atribuye este cambio a las innovaciones de la última década en la electrónica de consumo. Llevamos cámaras, chips y sensores potentes en nuestros smartphones, y "el hecho de que este tipo de tecnología está disponible a gran escala para los consumidores permite también innovar más fácilmente en una escala robótica corporativa".
Es más, ahora los robots adoptan todo tipo de formas. Muchas personas poseen robots aspiradores Roomba, y algunos están literalmente trabajado codo a codo con los humanos.
"En los viejos tiempos de la automatización industrial, los robots eran enormes máquinas en jaulas", rememoró Davin. "Suponían un peligro para los que estaban cerca, y a las personas se les pedía mantener su distancia".
Eso ha cambiado radicalmente. Pensemos en "Baxter", un robot para el sector manufactura producido por la firma bostoniana Rethink Robotics. Los minoristas, entre ellos el fabricante de juguetes K'Nex, han puesto a la máquina de 22,000 dólares a trabajar lado a lado con empleados humanos, quienes pueden programarlo de forma manual. Baxter tiene incluso una pantalla como rostro, lo que lo hace lucir casi adorable.
"Hay una razón para ponerle una cara linda -sus ojos tienen el propósito de indicarle a las personas en qué dirección se dirige, por ejemplo-", explicó Davin. "Este tipo de ejemplo se suma a la idea de que los robots y las personas son capaces de trabajar juntos".
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