Un grupo de investigadores estadounidenses ha realizado un gran avance en materia de biocombustibles al mejorar el proceso químico que permite producir petróleo crudo a partir de algas sin tener que esperar millones de años. Con el nuevo método se logra una conversión más barata, no contaminante y en cuestión de una hora, aunque su coste continúa siendo relativamente elevado y obstaculizando su fabricación a gran escala.
El innovador proyecto llevado a cabo por el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico, en EE.UU., ha atraído la atención de algunas empresas de energía renovable, ya que ha logrado abaratar sobremanera los costes de producción al emplear una masa de algas mojadas, con un 80% o 90% de agua, en lugar del tradicional y costoso proceso de secado de algas. Los investigadores vertieron dicho preparado de algas en un reactor químico y obtuvieron petróleo crudo, gas, agua y biomaterial en sólo 60 minutos. El crudo debe someterse posteriormente al proceso de refinación convencional para convertirse en petróleo útil.
En la naturaleza, las algas se convierten en petróleo tras ser sepultadas bajo pesadas capas de sedimentos durante millones de años y sometidas a grandes presiones y altas temperaturas. Los investigadores han logrado acelerar el proceso natural de transformación al incrementar la temperatura hasta los 350 ºC y la presión hasta los 250 bares.
Este desarrollo sirve de impulso a la producción de dicho combustible fósil a partir de materiales orgánicos presentes en el entorno sin acudir a la excesiva extracción del subsuelo.
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